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martes, 16 de junio de 2015

RAMADAN MUBARAK RAMADAN KARIM ALA KUL-U MUSLIM UA MUSLIMA ALADINA IASKUNUNA MA-A ANA UA FI AL YIBAL RIAÑO.


Feliz Ramadan a todos los musulmanes y musulmanas que viven entre nosotros en la Montaña de Riaño. El jueves 18, comienza para ellos el largo y hermoso mes del ayuno en el cual  se  uniran con sacrificio voluntario a los más pobres y desfavorecidos,  aquellos que ayunan por obligación todo el año. Que el día les sea corto.
La Kutubia mezquita catedral de Marrakech (Foto: Siro Sanz)

Horario de comienzo y rompimiento diario del ayuno para el Ramadan de los musulmanes del Reino de León, año 1436 de la Hegira, 2015 de la era cristiana. En negrita, segunda columna por la izquierda horas de rompimiento del ayuno desde el día 1 del Ramadan (18 de Junio) hasta el día 29 de Ramadan (16 de Julio). En la tercera columna de la derecha también en negrita horario de comienzo del ayuno. De derecha a izquierda encabezando las filas, horario de las oraciones (salat): Primera Salat al-Fsyar, segunda Surur (amanecer), tercera Salat al- Dhouhr, cuarta Salat al- Aasar, quinta Salat al- Magrib (rompimiento del ayuno), y por último Salat al- Aissa.




miércoles, 10 de junio de 2015

UN DOLMEN DE LIBRO EN LA CABRERA .E. GANCEDO. DIARIO DE LEÓN 10/06/2015



Los hay en Asturias y los hay en Zamora. En León, en cambio, callan. El silencio que guardan en esta tierra los monumentos megalíticos es realmente atronador porque no tiene ningún sentido que fronteras administrativas establecidas ayer mismo influyan en ese amplio fenómeno cultural que abarca desde finales del Neolítico y dura hasta la Edad del Bronce, fenómeno protagonizado por grandes bloques de piedra de uso claramente funerario en algunos casos y en otros más complicado o totalmente desconocido.
La respuesta a ese silencio «es que la investigación en León sigue estando en barbecho», a decir del historiador cisterniego Siro Sanz, buen conocedor de la historia antigua de la Montaña Oriental, la única zona que parece ‘salvar el tipo’ con la aparición de restos adscribibles al megalitismo especialmente en los valles de Valdeburón y Sajambre. Hallazgos, en su mayor parte, necesitados de la preceppiva revisión académica, de un estudio científico en profundidad y de esas labores de señalización, colocación de paneles didácticos y actividades de divulgación que tan necesarias resultan para que sean comprendidos y valorados socialmente. Es lo que sucede con el airoso menhir de Valdosín, conocido por senderistas y montañeros pero que aún no ha sido objeto de excavación ni de un análisis a fondo —y en el que llama la atención su alineación perfecta, en cuanto a forma de su parte superior, con la emblemática Peña Ten—. Los círculos de piedra localizados en la sajambriega majada de Surbia son otros buenos ejemplos.
En los montes de Cabrera
Que lo único necesario para descubrir las huellas megalíticas de León es rastrear el terreno con curiosidad y conocimiento queda patente en una fotografía que sin duda dará que hablar en los próximos meses: tomada en la Cabrera, muestra un dolmen aparentemente ‘de libro’ cuya ubicación exacta sus descubridores prefieren no desvelar para evitar posibles actos vandálicos y que aún se encuentra en pleno proceso de análisis.
«El conjunto es muy sugerente e interesante, no solo por el trilito (piedra que actúa a modo de poste) sino también por la gran laja que aparece delante del mismo —opinó, ante la imagen, Sanz—. Muchos de estos monumentos pasaron durante siglos por elementos meramente naturales del paisaje, y en ocasiones sólo la excavación puede dar idea de su magnitud y la certeza de ser obra humana. Yo no descartaría nada sin hacer un estudio previo».
En cambio, el director del Instituto Leonés de Cultura, Jesús Celis, arqueólogo de formación, manifiesta dudas: «Para enjuiciarlo mejor tendría que ver más fotos y conocer la escala. A simple vista, y con alto riesgo de equivocarme, a mí no me lo parece, primero porque es un afloramiento rocoso ‘in situ’ el que soporta el ortostato de arriba; porque parecen esquistos que se han abierto por causas naturales y porque la piedra de cobertera es excesivamente gruesa, más parece un bloque retenido por moldeado glaciar». «Independientemente de esta opinión, su interior pudo utilizarse en alguna época, más como cueva que como dolmen, pero eso no se sabe si no hay hallazgos o se practica una excavación... —prosiguió—. De todas formas, la cámara es pequeña para albergar ocupación o enterramiento, o eso me parece a mí, pero repito que necesitaría más datos».
Quien lo tiene claro es Miguel Valladares, montañés que ha localizado y dado a conocer numerosos vestigios megalíticos en Riaño, Valdeburón y Sajambre: «Sin duda alguna es una composición. La laja del suelo es parte del recinto. Se aprecia, además que por las pendientes no es de arrastre: a menudo se cree que al ser tan ‘pobres’ arquitectonicamente, estas composiciones son naturales, pero corresponden a monumentos erigidos por poblaciones pequeñas y no fijadas en un territorio concreto», manifestó.

 Presunto dolmen de La Cabrera. (Foto: Diario de León)

Menhir de Valdosín ya estudiado y publicado por Miguel Valladares. Éste y otros monumentos megalíticos de la Montaña de Riaño es negado por los doctos, tan desconocido para ellos como el Desierto del Gobi. Tampoco nos olvidamos de nuestras autoridades concejiles que "haciendo gala de omnipotencia, de una omnipotencia de nuevo género, que pudiéramos llamar omnipotencia de la ignorancia", hasta el momento no han sido capaces ni de presentarlos, señalizarlos y explicarlos en un panel o atril  informativo. Pero claro, estamos tan sobrados de recursos y de turistas que no es necesario. Siro Sanz. (Foto: Diario de León)

jueves, 4 de junio de 2015

TOPONIMIA DEL CONCEJO DE CISTIERNA: REDIMORA.





Redimora, es uno de los valles que se tienden lateralmente a  Peñacorada por el Norte, entre el Murrial (castillo de Cistierna), Monticiello y Los Rejos.
La Casilla, último núcleo urbano de Cistierna por el Norte, se sitúa a la salida de dicho valle.  El arroyo que lo recorre se origina en algunas fuentes de la Collada de los Ratones al Este. Desde allí, baja recogiendo las aguas vertientes de la ladera Norte de Peñacorada (El Abesedo) y de Los Rejos, después, pasa bajo la carretera de Sahagún a las Arriondas para morir en el Esla, junto a ese monumento a la imprevisión, padrón de ignominia para nuestra villa que fue el matadero municipal.
Un camino con restos de empedrado en su inicio, asciende desde La Casilla hacia la Collada de los Ratones por la margen derecha del arroyo.
El lugar aparece nombrado como Rego de Mora en un documento de la Alta Edad Media (8 de julio de 985). Una mujer llamada Jimena hace donación al monasterio a Sahagún de su patrimonio. Entre otros muchos bienes nombra esta villa de Rego de Mora. El término villa tenemos que entenderlo aquí como una explotación agrícola ganadera familiar. Se citan en ese documento otros nombres interesantes y cercanos a Rego de Mora: Villa in Valle Martino (Valmartino), Stola (Esla), villa in Cremanes (Crémenes) y un nombre hoy desaparecido Campos Caudoces, que identificamos como la vega que se extiende junto al Esla entre Vega Mediana, Sabero y Santaolaja de la Varga. El documento da como propietarios anteriores de Rego de Mora a una tal Adosinda y a doña Gutina hija de Álvaro. En  Valle Martín, otra de las villas donadas, el documento precisa que le fue antes vendida por los hijos de Ero Munioni (JOSÉ MARÍA MINGUEZ. Colección diplomática del Monasterio de Sahagún. P, 392).
El documento es interesantísimo, pues nombra núcleos de poblamiento y sus poseedores  en los aledaños de Cistierna en fecha muy temprana, junto a la calzada romana del Esla o muy próximos a ella.
El poblado de  Rego de Mora (Redimora) nace bajo la protección del castillo ubicado en el Murrial y muy cercano también al Castillo de Aguilar, este último enfrente de Redimora en la margen derecha del Esla, castillo roquero situado sobre un escarpe calizo. Estamos en vísperas de las campañas de Almanzor, que devastará las tierras leonesas tres años más tarde. La  villa de Rego de Mora es probable que se localizase entre la finca de Doña María Rodríguez y el establo de ganado situado un poco más arriba. La cerámica medieval a aparece a veces en superficie, en y entre estos dos lugares citados. Debemos ser precavidos en la interpretación de moro-mora en nuestra comarca. Escuchamos a veces que el vulgo atribuye a los moros (árabes) el origen de restos arqueológicos, hechos históricos y numerosas leyendas de tesoros. En ocasiones estos moros y moras recordados por el pueblo, solapan hechos históricos más antiguos. La conquista romana fue un acontecimiento traumático que dejó también huella en la tradición. Muchos de los recuerdos conservados en la memoria tribal, se solaparon con el hecho más reciente de la conquista musulmana. Sin olvidar también que moro y mora pueden ser un radical indoeuropeo de agua. Es el contexto y el trabajo de campo el que nos dará la pauta a seguir. En el caso de Redimora, a la vista del nombre del arroyo (Arroyo de Redimora), nos inclinamos por la permanencia en el lugar de un compuesto hidrónimico latino y prerromano.
RE (DI) MORA: Re-Ri, latín:  rivus (arroyo); prerromano: Mora, (radical Mor-agua).
(Del libro ORIGEN Y MISTERIO DE LOS NOMBRES DE AGUA EN EL CONCEJO DE CISTIERNA. Siro Sanz- Eutimio Martino.)


Desde la Jagariz, vista de la entrada al Valle de Redimora en la cara Norte de Peñacorada. Observamos en la fotografía el nucleo urbano de La Casilla, lugar habitado y documentado desde hace más de 1000 años. El primer edificio a la derecha de la foto, junto a la carretera, es la carpinteria de D. Luis Alvarado, situado justo a la entrada del valle y bajo el Murrial donde hace 1000 años se ubicaba el Castillo de Cistierna. (Foto: Siro Sanz)

Valle de Redimora desde las alturas de la Jagariz. (Foto: Siro Sanz)