Comenzamos nuestra andadura con
un título de presentación del curso que parece demasiado ampuloso si lo
comparamos con la grandeza de España. Sin embargo, aquellos apartados, humildes
monasterios y santuarios de los siglos VII al X fueron testigos del nacimiento
de la Nación Española. Testigos intensos no presénciales, testigos activos en la
historia montañesa incluso desde los tiempos de la conquista romana cuando ostentaban otra cualidad. El hilo
conductor para llegar a la conclusión de la gran antigüedad de algunos de esos
santuarios y monasterios lo encontramos en la romanización; rastreada por
nosotros en un intenso trabajo de campo. Sagrado sobre sagrado es una constante
en la historia de la montaña. Los cultos romanos del campamento fueron
cristianizados, donde Marte: Martín, donde Júpiter Servator: Diuu Petri (San
Pedro) y el Salvador. Incluso la estrategia romana de asedio a los castros y al
Monte Vindio la vemos reflejada y conservada en templos y monasterios con
titulares tan sugerentes como Santa Catalina, Santa Lucía , Santa Marina, San
Miguel y otros. A partir de Pelayo esos centros religiosos y otros de nuevo cuño
toman el relevo. Temas amplios e interesantes, llenos de interrogantes que
traen de la mano nuevas preguntas e hipótesis; serán desarrollados Dios
mediante durante el presente curso para todos aquellos que se acerquen a la
sede del Instituto Bíblico y Oriental de Cistierna.
Santa Catalina y San Miguel frente a los Picos de Europa y sobre Santo Toribio
Santa Catalina. Los muros del presbiterio más parecen de fortaleza militar que de iglesia. (Foto Charo Prieto)
Santo Toribio de Liébana, antes San Martín de Turieno.
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