"OH ISRAEL, AL QUE TE BENDIGA, BENDECIRÉ, AL QUE TE MALDIGA, MALDECIRÉ" (Génesis 12:3a)
ET ANTIQUUM DOCUMENTUM NOVO CEDAT RITUI... (Pange Lingua)
La historia de España, Portugal y Marruecos no se puede explicar si olvidamos la historia y memoria de sus judíos. La relación de la Montaña de Riaño con los judíos no siempre fue óptima. En 1489 los Reyes Católicos daban una provisión real en contra de los abusos que los judíos de Almanza cometían contra los vecinos de los concejos de la merindad de Valdeburón, en ella urgían el cumplimiento de la ley dada en las Cortes de Madrigal (1476) en contra de la usura. "Se quejaban los vecinos de Valdeburón de que tomaban bueyes, vacas o dinero a los judíos de la aljama de Almanza y de otras aljamas (seguramente las de Cea y Sahagún situadas en una de las importantes rutas de la carretería montañesa a Tierra de Campos), y que los judíos llegaban a exigir más de 10.000 y 12.000 maravedís al año por préstamos de 3000 ó 4000 maravedís. Los vecinos de la merindad de Valdeburón se veían muy apurados pues los judíos estaban a punto de embargar todos sus bienes". Sin embargo los montañeses olvidaban que: "la tasa de interés otorgada en 1438 por Juan II en las Cortes de Madrid habían fijado a los judíos una tasa legal de interés del 25%" (1). Por lo anteriormente dicho podemos aplicar a nuestros antepasado montañeses aquel refrán que dice: "Si no quieres polvo no vayas a la era", al menos a la era de los prestamistas judíos de Almanza. Veamos que ocurría con los judíos en nuestro vecino del Sur: Marruecos. La cultura judía de Marruecos es de una riqueza extraordinaria, acrecentada durante siglos por los aportes de la cultura hispano-portuguesa, bereber y árabe. Desde la época grecorromana sabemos por la literatura talmúdica y homilética (Midrash y Agadah) de la existencia de comunidades judías en la Cirenaica, en Cartago, en Volubilis (Fez) etc. Famosa es la reina judeo-bereber la Kahena que se opuso con violencia contra la invasión árabe del Magreb, invasión que terminará con las florecientes comunidades cristianas del Norte de África. Los judíos de Dar al Islam (la casa del Islam): Hispania y Norte de Africa, después de la invasión árabe al igual que los cristianos, tendrán la condición de dhimmi (Ahl al Kitab: gentes del libro-sometidos a impuesto), con una gran autonomía administrativa, judicial y cultural. La persecución de los Almohades será terrible tanto en España como en Marruecos contra judíos y cristianos. La reconquista en España, los edictos de 1391, obligan a muchos judíos hispanos y portugueses a pasar a las inmediatas tierras de Marruecos. A partir de la expulsión de 1492-1497, se dirigen en oleadas sucesivas a las promisorias tierras del Magreb. Este aporte de los judíos hispanos Megorasin o expulsados, contribuirá a elevar el nivel cultural de los judíos Toshabin o autóctonos de Marruecos. De estas familias judeo-españolas saldrán ilustres rabinos, kadish (santos), comerciantes, consejeros de los sultanes, visires y bajaes, entre ellos podemos citar: "los Ben Atar; Perez; Aben Sur; Manzano; Benarroch; Berdugo; Serfati; Toledano; Azuello; Cansino; Calzon; Bibes; Coria; Azulay; Flor; Florida; Soto; Soriano; Alvalensi (valenciano); Amarillo; Arrollo; Barchilon (de Barcelona); Corcos; Cabeza; Davila; Laredo; Moreno; Pariente; Portal; etc"(2). Destacamos entre los santos (Kadísh) judíos marroquies a: Rabbi Haim Pinto; Rabbi Abraham Hacohen; Rabbi Amrane Ben Diwane y a Rabbi Daniel Hashomer; este último tiene su tumba a 35 kilómetros de Marrakech el día de su hilulla (romería) acuden judíos, musulmanes y algún cristiano descarriado en busca de gracia, baraka y sanación. En los últimos años judíos piadosos de Marraquech como el comerciante d. David Ohayan, fiel a la memoria de sus antepasados, mediante desvelos sin cuento y limosnas aportadas por particulares ha rescatado de la ruina la tumba y zagüia (ermita) de Rabbi Daniel. Después de la creación del estado de Israel (1948), país donde ha desaparecido la alegría de vivir, asistimos a la emigración masiva hacia Palestina de judíos marroquíes Megorasin y Toshabin; en muchas ocasiones presionados por los agentes israelíes que obligaron a los judíos bereberes y sefardíes a TRAICIONAR la tierra que les había acogido durante siglos. Las matanzas de judíos en Rusia y países satélites desde principios del S. XX; el odio antisemita en Europa Occidental, sobre todo en: Alemania, Austria, Hungría, Polonia y Francia donde millones de judíos fueron exterminados a manos de la canalla nazi autóctona o germana, sumado a la posición que tomó el Reino de Marruecos respecto a Palestina durante los años sesenta, todo ello será utilizado por los agentes israelíes para amedrentar a la judería marroquí. Se les hizo creer que ya no eran marroquíes y que sufrirían lo mismo que les ocurrió a las comunidades que habitaban en la Europa ¿cristiana? Con su partida se pierde poco a poco dos mil años de identidad y cultura judía en Marruecos. Es paradójico como ha cambiado la percepción de los judíos hacia ciertos países árabes que siempre fueron para ellos tierras de promisión, tolerancia y respeto. Creemos que el sionismo ha hecho un flaco favor a la judería del Magreb al Arab, demonizando a quien no debía, sobre todo cuando en nuestro tiempo asistimos a la actualización del más negro pasado en la ¿cristiana Europa? En esa Europa donde renace sañudo el odio contra los judíos por parte de la izquierda que es visceralmente antisemita y los fundamentalistas musulmanes, nuevos almorávides y almohades de las banlieues francesas que se suman al tradicional antisemitismo de las bestias pardas y rojas; siempre los extremos se tocan. "Dios los cría y..."
Un cristiano que conozca las raíces de su credo, siempre respetará y amará con determinadas cautelas a sus hermanos mayores en la fe y la luz entregada por Dios: los judíos. Incluso, aquí con más cautelas, también a los musulmanes, todos hijos y renuevos del tronco común de Abraham Avinu. Ojalá un día cesen las disputas entre hermanos por la sagrada herencia. Un nuevo Ismael e Isaac nacerá del consenso fraterno.
(1) EUTIMIO MARTINO REDONDO. La Montaña de Valdeburón. (2) Para saber más consultar el libro de HAIM ZAFRANI: Deux mille ans de vie juive au Maroc
Mujeres judías de Debdou, asentamiento judío sefardita desde el siglo XIV al Este del Atlas. De Debdou salieron importantes rabinos pertenecientes a la comunidad Megorasin (españoles-portugueses). La creación del estado de Israel y la propaganda sionista, atemorizó a los judíos de Marruecos, los cuales, salvo disturbios puntuales que se producían cuando un nuevo sultán subía al trono (shiba), vivieron durante generaciones en paz entre bereberes y árabes. Mientras en España y Portugal arreciaba la persecución a los judíos, Marruecos y sus reyes les acogieron con benevolencia, inteligencia y humanidad. En la fotografía dos mujeres jóvenes, dos niñas y dos niños judíos posan para el fotógrafo rodeados de bereberes en un día de mercado, a excepción del niño que viste una chilaba las mujeres y niñas portan el traje característico de los judíos emigrados de Sevilla. (Fotografía: Universo digital)
Mujer judía de Debdou. Comunidad Megorasin o de Sefarad, también conocidos como los castellanos. Los judíos de Debdou proceden de los expulsados de Sevilla a finales del S. XIV. La gloria de la nación marroquí, de sus sultanes y reyes es el grado de respeto y convivencia que siempre demostraron hacia los judíos del Magreb, a los que aún hoy consideran marroquíes en deberes y derechos.(Fotografía: Universo digital)
Los rabinos seguidos por la comunidad, salen de sus aldeas cargados con los rollos de la Tora. Acompañados por la palabra sagrada de la ley vieja a la que siempre han sido fieles, parten de las alquerías del País Amazig (bereber) hacia la costa atlántica para embarcar hacia Israel. Con sombrero y traje encabeza la comitiva un agente sionista. Muchas comunidades judías de Marruecos, engañados por la amenazante propaganda sionista traicionaron a su país de origen y abandonaron las tierras ancestrales para emigrar a Palestina, tierra donde ha desaparecido la alegría de vivir por los continuos ataques terroristas de Hamas e Hisbolá; donde el conflicto tiene carta de naturaleza desde hace tres mil años. (Fotografía: Universo digital)
Judíos españoles megorasin o sefarditas de la floreciente comunidad de Tetuan.(Fotografía: Universo digital)
Mujer judía de Gulemine perteneciente a la comunidad toshabin, judíos autóctonos que han habitado entre los bereberes durante más de dos mil años. Los aportes a esta comunidad judía de Gulemine provenientes de la cultura bereber son indudables.(Fotografía: Universo digital). El gran pueblo bereber habitantes originales del Magreb, vivieron siempre en paz con los judíos. En las guerras tribales (shiba) los judíos siempre lucharon junto a los bereberes contra el enemigo común.
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