La
relación de Cistierna, con el más que milenario camino a Santiago, que
atravesaba de Norte a Sur la Montaña Oriental Leonesa, viene
probada en la documentación Medieval local. En ella se afirma la existencia de una vía romana que desde Mansilla
ascendía por la vega y valle del Esla para entrar justo en Cistierna a la
garganta del Esla. La importancia del enclave cistierniego, se refuerza por la
existencia de dos puentes milenarios construidos en un tramo de apenas dos kilómetros: el Puente de Mercadillo y el Puente Viejo de Cistierna. No en vano,
nos encontramos en el corazón del denominado
Territorio de Aguilar, que durante la Alta Edad Media se extendía desde
los puertos con Asturias hasta un poco más abajo de Gradefes. Un territorio gobernado desde un poderoso complejo defensivo de origen protohistórico y
romano, ubicado entre Cistierna y
Sabero. Por aquí pasaba la Vía
Saliámica o del río, documentada el año 973 en su tramo más
alto de Sajambre, a punto de penetrar en Asturias. El apelativo hidronímico
prerromano *Salia que da Sella, entendemos que debe aplicarse a todo el
camino discurrente junto al río desde Sajambre hasta Mansilla de las Mulas, y
es de Riaño a Cistierna cuando la inmediatez de río a la calzada se hace más
evidente. El año 1001 tenemos la primera noticia referida a Cistierna, un documento de venta que designa como propietarios de tierras a dos
cisterniegos de nombre musulmán: (سُلَيْمَانُ ـ إِبْنُ نِيزَار) Suleiman e
Ibn Nizar. En 1056 se cita la existencia del monasterio de SAN FACUNDO PRIMITIVO Y CIPRIANO DE
CISTIERNA (Escalona, P 268), construido en la zona de los conventos,
junto al antiguo Camino Real, heredero de la Vía Saliámica. En 1099 el
glorioso rey leonés Alfonso VI, dona dicho monasterio a Pedro, Obispo de León, (Archivo de la catedral tumbo-fol 75). La unión de la villa con el camino, se
reafirma en el año 1143 cuando el clérigo Pedro Velaz, entrega al obispo de León, el hospital que había
construido anejo a la iglesia de Santa María. Un hospital para “admitir
y reconfortar a los pobres y míseros peregrinos que pasan por el Escobio de
Aguilar”. El Escobio era y es, el difícil paso entre el río y la peña,
bajo el gran complejo defensivo de Aguilar en Vegamediana. En el siglo XVIII y
XIX este singular camino se denomina camino Real a Sabero y Valdeburón. La
memoria de los peregrinos que discurrían por el camino aún se mantiene en el S.
XIX. En el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz, (1845-1850), al citar a
Sorriba comenta lo siguiente: “a un cuarto de legua de la población se
halla el arruinado y antiguo hospital de San Bernabé, donde pernoctaban los
peregrinos que iban a Santiago de Galicia”. Sus ruinas aún permanecen
en la margen derecha del Esla junto al Puente de Mercadillo. Las piedras de San Bernabé, también el camino que renace de nuevo promovido y
auspiciado por la
Asociación Ruta Vadiniense, son testigos de un tiempo en el cual las creencias
de nuestros antepasados eran fuertes.
Ojalá
por ese mismo camino nos lleguen las sinergias e inspiración de las cuales tan
necesitados estamos. Ahora, cuando el reciente pasado minero es ya un mínimo capítulo de la milenaria
historia local, nuestro querido pueblo asomado a la vera del antiguo camino de
Santiago, aguarda tiempos mejores.
El mañana es el futuro que se promete
tras la negra cortina de las dificultades en la oscura noche del momento
actual. El resplandor del amanecer, tenuemente percibido ya en el horizonte, sólo
llegará si unos y otros nos mantenemos
solidarios y fieles a las raíces
legadas por el fervor de nuestros antepasados; siempre intensos en sus
creencias, siempre alejados del individualismo y materialismo que ahora nos extermina
y acaba.
Cistierna:
“Ultreia-Susseia”, sigue adelante.
Peregrino:
Buen camino
Panel de la Ruta Vadiniense a su paso por Cistierna.
Puente Viejo de Cistierna. (Foto: Siro Sanz)
Puente de Mercadillo, situado a dos escasos kilómetros del Puente Viejo de Cistierna. (Foto: Siro Sanz)
Iglesia de Santa María de Cistierna. La unión de la villa con el camino, se reafirma en el año 1143 cuando el clérigo Pedro Velaz, entrega al obispo de León, el hospital que había construido anejo a la iglesia de Santa María. Un hospital para “admitir y reconfortar a los pobres y míseros peregrinos que pasan por el Escobio de Aguilar”. (Foto: Siro Sanz)
A las afueras de Cistierna el camino se adentra en la Vega del Esla. (Foto: Siro Sanz)
La cruz del camino, restaurada hace pocos años en el lugar donde siempre se mantuvo dando testimonio de fe y peregrinación, al fin y al cabo por este camino llegó la doctrina del humilde rabí de Galilea a las tierras altas del Esla. El camino pasa a su lado, al fondo las montañas de la Cantabria Leonesa. (Foto: Siro Sanz)
Dos puentes y dos rutas de peregrinación en Cistierna, pues en el documento de la peregrinación de Leodegunda, en el año 902, por el Viejo Camino de Santiago, si bien no se cita Cistierna, sí que se cita el Mercadillo. Doble alegría y buen camino, para los modernos peregrinos.
ResponderEliminarUn olvido, el mio, bien traído y excelente aportación.
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