La conquista de los cántabros por
Augusto, última conquista de los romanos en Hispania, juntamente con la de los astures, fue guerra de ocupación y de montaña. La especializada técnica guerrera romana hubo de emplearse a fondo
contra el terrible cántabro, apostado en lo más fuerte de su cordillera. El
consiguiente despliegue del invasor no
pudo menos de marcar el terreno, tanto más, cuanto más difícil. De suerte que
aún ahora podemos reconocer las huellas del tremendo episodio. Como son desde luego, las
calzadas inverosímiles por lugares agrestes y buscando los castros, las
fortificaciones, los puntos de vigilancia y los lugares de luces, las fuentes
captadas.
Pero además, un pueblo
eminentemente religioso como el romano, se acompañaba de sus dioses en el mayor
peligro. Más tarde los cristianos habían de cristianizar aquellos cultos con su
interpretación cristiana.
El mismo emperador Augusto Divus Caesar y Roma Diva Roma, presente en la
campaña y objeto él mismo de cierto culto militar, hoy día en el bimilenario de
su muerte, puede salirnos al paso bajo el titular sagrado cristiano: San
Julian, San Roman, San Justo, San Sebastián, en el lugar de: Julio, de la diosa
Roma, de Augusto y del Sebastós
(Augusto en griego). El adjetivo de Iulius
es Iuliano que en femenino nos da: Castra Iuliana, presente en Santa
Juliana de Peñacorada denominada también en otro tiempo como San Salvador de Tolia (Tuejar), devenida con el tiempo en monasterio de San Guillermo de
Peñacorada. También el Iupiter Servator esta presente en nuestra tierra bajo la interpretación cristiana del
Salvador, titular de las iglesias de La Llama, Yugueros, Burón y Caín donde también tienen a S. Sebastián. El cambio de servator al Salvador, no es fácil
de explicar a primera vista. Salvator
no es una voz latina. La voz latina es: Conservator,
Consecutor y a veces Soter. Salvator es un neologismo utilizado por
autores cristianos muy tempranamente, entre ellos: Lactancio, Prudencio,
Jerónimo y Agustín de Hipona. En Graciano ya
vemos esta palabra aplicada a Júpiter, pero seguramente por influencia
cristiana. En una lápida dedicada al emperador Nerva Trajano, vemos esta forma
plenamente aceptada por el paganismo y aplicada a Júpiter: “JOVI CUSTODI QUIRINO SALVATORI PRO SALUTE
CAESARIS NERVAE TRAIANI AUGUSTI”. Una
explicación de carácter lingüístico más que sacral, acaso nos sitúe en el
contexto romano, aunque ahora en su transición a lo cristiano. Para decirlo en
breve, el príncipe de los apóstoles (antiguo titular de la iglesia de Yugueros) pudo
ser llamado en latín Dius Petrus y Diuu
Petri. Esta segunda forma ya se ve que pudo pasar por la de Iuppiter, el padre de los Dioses
romanos. Pero aún más, a él aplicaba el romano el sobrenombre de Servator, el cual corresponde con el
Salvador (actual titular de Yugueros) propio de los cristianos.
San Julián lo encontramos en Villayandre y
Argovejo, en este último pueblo la tradición nombra aún el inmediato prado de
San Juliano, donde dicen estaba el pueblo antiguo fundado por un militar romano
llamado Julio Arga, siempre nos sale al paso la tradición tan denostada por
algunos historiadores. San Justo lo tenemos en Olleros. En Modino es también S. Justo el titular de una iglesia que
más que templo según Don Aurelio Calvo parece castillo. Entre Riaño y Pedrosa
existió también una iglesia dedicada a S. Justo. La historia montañesa como
intrincado palimpsesto se reescribe una y otra vez, oculta celosamente sus arcanos en
las piedras de monasterios e iglesias de la Cantabria Leonesa, evocando en sus
titulares el hito fundacional de nuestra historia que comienza con la conquista
romana. Augusto y Cristo de la mano; sin ellos no se puede explicar la historia de Europa.
Estatua del emperador Augusto como jefe supremo del ejército romano. Descalzo simboliza el Augusto ya fallecido y divinizado
Iglesia del Salvador de Yugueros, en la Alta Edad Media su titular era S. Pedro. El Salvador aparece también en la Llama de la Guzpeña, Burón y Cain. (Foto: Siro)
El Salvador en Burón bajo las murallas de Atica y junto a Bérgida. (Foto: Calendario de Riaño 1971)
A la izquierda y sobre el caserio, verdeando aún a pesar de las heladas otoñales, el prado de San Juliano donde la tradición cuenta se ubicaba el antiguo pueblo de Argovejo. (Foto: Martino)
El martirizado pueblo de Pedrosa. Entre Pedrosa y Riaño existió iglesia dedicada a S. Justo. (Foto: Calendario de Riaño 1971)