Cuando llegará el tiempo en el cual la Montaña de Riaño tenga un plan de urbanismo único, el mismo criterio uniforme y general a todo su territorio, capaz de proteger lo que de la edilicia tradicional ha llegado hasta nosotros, después de tantos años de incuria y hacer cada uno lo que le da la real gana. Dirán que ya tenemos las Normas Subsidiarias, si claro, aquellas que se estiran y encogen a gusto del consumidor. Un plan que embride a tanto arquitecto que va de artista por la vida pero con poca formación humanística, un plan que al mismo tiempo frene a esos alcaldes ladrillicidas que se gastan el dinero del contribuyente en auténticos adefesios llenos de goteras y materiales exóticos, palacios del mal gusto para usar cuando llega el día de la feria y fiestas de guardar. En Oseja, presuntamente se perpetrará otro mamotreto de dimensiones faraónicas, capaz de engullir a la monumental iglesia de Santa María y la Pica Ten, tan bien dispuestas y empastadas la una con la otra, de tal forma que cuando Dios puso la Pica Ten donde está, ya sabía que la iglesia iría un poco más abajo, dotándola de un marco espectacular, percibido solo cuando miramos al Sur desde la Cortina. ¿Será éste un mamotreto más para añadir a la lista de adefesios que ya existen desde Cistierna hasta las fuentes del Esla? Digo presuntamente, habrá que esperar, aunque lo que vemos en la fotografía que adjuntamos tiene muy mala pinta. Seguramente, el Ayuntamiento ya ordenó poner a disposición de sus gobernados el proyecto y observarán que no es lesivo al paisaje y conjunto urbano tan homogéneo que ostenta el pueblo, uno de los más bellos de la Montaña, conservado milagrosamente hasta hoy día, a pesar de la especulación ladrillicida que arrasó la Montaña y todo el Reino de León, a partir de los años setenta del siglo que pasó. Creo que el modesto, pero a la vez, bello edificio con galería que se derribó podía haber sido conservado y, no me explico como se pasó por alto para el menester de Centro de Interpretación o Información, otros edificios existentes en Oseja, como el edificio histórico de la llamada "Casa Piñán", de características monumentales. Edificio con amplitud en si mismo y en sus alrededores, e incluso, si no me equivoco con dos horreos algo destartalados, que convenientemente restaurados otorgarían al centro de interpretación o información de pajaritos, otros animalitos y arbolitos, ese toque humano que tanto echamos de menos en esos centros, donde la huella de nuestros antepasados, los que humanizaron este paisaje, "tan natural", no aparece por ninguna parte.
S. S. G.
S. S. G.
¿Un nuevo mamotreto montañés?. El venerable edificio de piedra, de la iglesia de Santa María empieza a desaparecer engullido por el cemento, como si no hubiese en los alrededores tres al cuarto madera y, buena piedra calar para labrar sillares . (Foto: P. Moreno)