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domingo, 14 de abril de 2024

El Camino Real a Valdeburón y Tierra de la Reina a su paso por Cistierna y Sabero. (Artículo publicado en Leonoticias 13 de marzo-2023)

 

En esta fotografía de los años sesenta, coronada por la grandiosa silueta de Pico Moro, se distingue perfectamente el Camino Real a punto de entrar a la garganta del Esla hacia Riaño. Serpea hasta las Peñas de la Jagariz junto a Vegabarrio, donde bordeaba el castillo de Aguilar por bajo. (foto: Antonio Sicilia)

 Un tema complejo el de las comunicaciones en la montaña oriental leonesa, pero muy necesario e interesante a la hora de abordar la historia de la comarca desde momentos previos a la romanización hasta principios del siglo XX, cuando se trazaron las modernas carreteras, en muchas ocasiones, sobre antiguos y venerables caminos. Algunos arqueólogos, ciegos como topos, sin pisar el terreno, ni excavar, meten todos estos caminos en el cajón de sastre de lo medieval y de ahí no hay quien les saque.

Las vías romanas con vocación civilizadora se trazaron siguiendo el avance de los ríos, a diferencia de los caminos estratégicos militares por cumbres. Entre los del río y los de altura se construyeron innumerables caminos transversales, éstos, comunicaban los castros y los distintos valles que penetran en la cordillera. Intentaremos explicar cómo entraban hacia la montaña dos de esos caminos a la altura de Cistierna y Sabero. Uno es bastante conocido: la Calzada del Esla o Vía Saliámica, segmento final del itinerario 313 del Ravenate siglo, III, vía descrita por Albornoz; Justiniano Rodríguez; E. Martino y David Martino.

La Vía Saliámica, ascendía por la margen izquierda del Esla, hacia Valdeburón y Tierra de la Reina. En Cistierna, entraba abruptamente en el desfiladero, dirigiéndose al Escobio de Aguilar, situado bajo las Peñas de la Jagariz; así lo muestra el mapa de Tomás López, siglo, XVIII. Por estos caminos entraron a la montaña oriental leonesa: romanos, suevos, visigodos, árabes, y la última invasión, la de Napoleón, tirano de los franceses. También llegó por ellos a los clanes cántabros de la famosa tribu de los Vadinienses: el cristianismo; la Biblia; la cultura del Oriente; el humanismo cristiano y renacentista. Por la margen izquierda del Esla, sobre la Vía Saliámica, baja aún un camino a Santiago que viene de Liébana: la Ruta Vadiniense.

Frente a la Vía Saliámica, por la margen derecha del Esla, otro camino, más desconocido, pero no menos importante, progresaba hacía el Norte; ascendía desde más abajo de Gradefes hacia Valdeburón. Además de la tradición, la existencia del Puente Viejo de Cistierna y el de Mercadillo, muy próximos el uno al otro, atestiguan la antigüedad del mismo. Al igual que la Vía Saliámica, transitaba sobre los que Roma construyó para someter a los cántabros (29-19 a. C.). A su paso por Cistierna, ambos caminos, recibían el nombre de Camino Real. Por Modino se acercaba al Puente de Mercadillo, dirigiéndose a los siguientes pagos pertenecientes a Cistierna: Vegarribero; los Corrales; Puente Viejo; La Jagariz; S. Martín; Vegabarrio. Después de atravesar el moderno complejo minero de Vegamediana, se dirigía a Sabero. Aquí, junto a la ermita de San Blas, arrancaba hacía Valdoré, siempre hacia el Norte, pasando por la Peña los Castros, sobre la Sierra de San Pelayo, denominada en la Alta Edad Media Castro Pelagii. Desde Valdoré, ascendía hasta la Velilla. Continuaba por la hermosa calzada de la Hoz, contemporánea a la carraria antiqua de Aleje y, proseguía hacia la collada de Aviados, buscando el paso hacia el valle de Corniero, al que salía cerca de la ermita de S. Juan. Por encima de Crémenes, atravesaba el corredor de La Trébede y trasponía la Collada de la Trébede hacia el Valle del río Dueñas. Cruzaba dicho río por la Puente del Campo, junto a la ermita de la Virgen del Roblo.

Desde aquí, ascendía a Lois buscando el Valle de San Pelayo, ya en Valdeburón. El diccionario geográfico de Madoz menciona esta dualidad del Camino Real a su paso por Cistierna y Riaño: «En Riaño, el camino que baja de Valdeburón se divide en dos ramales: uno que se dirige hasta la ribera de Gradefes pasando por: Huelde, Verdiago, Cistierna en cuyo término se divide en dos, y otro que se dirige a Pedrosa y pasa por el Puerto del Pando...». La expresión «se divide en dos (Cistierna)», indica la existencia de dos caminos en ambas márgenes del río caudal. En Cistierna el Puente Viejo y el de Mercadillo en Sorriba, permitían el paso y comunicación entre ambas márgenes. En 1892, un río tan caudaloso como el Esla, antes de perpetrarse el muro de Remolina, solo contaba hasta Mansilla con el puente de Mercadillo: «el único de piedra, que hasta hace pocos años había útil en doce leguas, desde Pedrosa hasta Mansilla» según D. Antonio de Valbuena. En Vegamediana (margen derecha del Esla), en el lugar conocido como Escobio Bajero, se halla una gran eminencia rocosa rodeada de foso artificial por el sur; sobre esa roca, se ubicaba uno de los castillos del complejo defensivo de Aguilar. Desde el castillo del Escobio Bajero, se controlaba el paso de personas y mercancías que entraban a la garganta del Esla en dirección a Valdeburón y Tierra de la Reina. Tanto el Escobio de Aguilar como el camino se atestiguan por un documento de la Catedral de León, del año 1143.


 Observamos en el mapa de Tomás López, siglo XVIII que la Calzada del Esla, junto a la del Cea eran las únicas vías de penetración a la montaña oriental. Discurría por la margen izquierda del Esla, en Huelde cruzaba a la margen derecha. En Riaño, se bifurcaba hacía Valdeburón y Tierra de la Reina. Otro camino no descrito en el mapa y, también denominado Camino Real ascendía desde más abajo de Gradefes por la margen derecha del Río Grande.

Con la construcción de la variante que circunvala Cistierna por el Oeste, se ocupó el Camino Real desde el puente de Yugueros hasta la altura de Los Conventos y, se dejó una vía de servicio hasta la fábrica de luz situada bajo la Peña el Elefante. A la vía de servicio se entra sin dificultad en coche por la rotonda; sin embargo, los peatones para acceder a esa vía de servició, tienen que caminar por los arcenes de la rotonda o saltar los pretiles de cemento que separan de la variante. El problema se agudiza por ser el Camino Real, parte de la ruta turística al Castillo de Aguilar, haciéndose muy difícil y harto peligroso el inicio de la misma junto a la rotonda por lo anteriormente descrito. La forma en que se perpetró la variante y la rotonda, avisa sobre la ligereza de los estudios previos a estas obras y, sus afecciones, que por ignorancia de los que entienden en ello y la dejación de responsabilidades supervisoras de nuestras autoridades municipales, inciden de forma muy negativa sobre los intereses del concejo, sobre todo, en menoscabo y acabamiento de la historia de los antiguos caminos montañeses.

 

domingo, 11 de febrero de 2024

El origen de las parroquias en la montaña oriental leonesa (LEONOTICIAS)

 


El sustrato cristiano, impulsará desde el principio a la monarquía astur-leonesa, como ayuda providencial, para evitar la desaparición a manos del Islam

Domingo, 11 de febrero 2024, 09:22

El pasado día 26 de enero, se impartía en el Instituto Bíblico y Oriental de Cistierna, una conferencia sobre el origen de las parroquias montañesas. La importancia de este estudio, transferible a otras regiones de España, se explica por el temprano sustrato cristiano incrustado en los periodos históricos de la baja romanidad, suevo y visigodo hasta la debacle de la invasión musulmana. Ese sustrato cristiano, impulsará desde el principio a la monarquía astur-leonesa, como ayuda providencial, para evitar la desaparición a manos del Islam.

La parroquia de Cistierna al igual que las de Aleje, Verdiago, Corniero, Las Salas, Crémenes, Riaño, Burón y otras muchas, documentadas en la Alta Edad Media, intuimos que mantienen vínculos con el mundo de los clanes vadinienses y sus lugares sagrados; relacionadas y protegidas también, por los centros de poder antiguos: castros, castillos.

Se destacó en la conferencia la fundación de la iglesia de Sta. María de Cistierna fundada en 1122; también la importancia de algunos presbíteros titulares de su parroquia: 1897-1933) D. Similiano Fernández; (1933-1939) D. Inocencio Rodríguez Diez, obispo de Cuenca; (1939-1962) D. Fidel Alonso; (1962-1967) D. Telmo Diez; (1967-1981) D. Gaudencio Domínguez; (1981-1992) D. José Antonio González; (1992-1996) D. Teodoro. (1996-2008) D. Fernando y el actual D. Avelino García. En 1122 el presbítero Pedro Velaz, edifica con sus propios medios la iglesia de Sta. María de Cistierna. Junto a ella, construye un hospital anejo para los pobres y míseros caminantes que pasaban por el escobio de Aguilar, paso difícil junto al Esla, situado entre Cistierna y Sabero.

Iglesia de Sta. María de Cistierna fundada en a 1122 por el presbítero Pedro Velaz. Este venerable edificio desde la Edad Media hasta la primera mitad del S. XX, no tuvo mayores contratiempos, a no ser el ataque e incendio sufrido durante el golpe de estado que el Partido Socialista y Esquerra Republicana de Cataluña, maquinaron contra el legítimo gobierno republicano en octubre de 1934, cuando muchas iglesias del Valle de Sabero y esta de Cistierna perdieron importantes obras de arte sacro, archivos y ornamentos.
Iglesia de Sta. María de Cistierna fundada en a 1122 por el presbítero Pedro Velaz. Este venerable edificio desde la Edad Media hasta la primera mitad del S. XX, no tuvo mayores contratiempos, a no ser el ataque e incendio sufrido durante el golpe de estado que el Partido Socialista y Esquerra Republicana de Cataluña, maquinaron contra el legítimo gobierno republicano en octubre de 1934, cuando muchas iglesias del Valle de Sabero y esta de Cistierna perdieron importantes obras de arte sacro, archivos y ornamentos.

Este venerable edificio desde la Edad Media hasta la primera mitad del S. XX, no tuvo mayores contratiempos, a no ser el ataque e incendio sufrido durante el golpe de estado que el Partido Socialista y Esquerra Republicana de Cataluña, maquinaron contra el legítimo gobierno republicano en octubre de 1934, cuando muchas iglesias del Valle de Sabero y esta de Cistierna perdieron importantes obras de arte sacro, archivos y ornamentos. Occidente, es decir Europa, ha nacido de la convergencia del cristianismo o Revelación divina; filosofía griega y el derecho romano. El proceso de descomposición de esa gran civilización cristiana desde la Revolución Francesa hasta nuestros días es imparable, un proceso acelerado desde el Concilio Vaticano II, por una jerarquía eclesial que ataca sañudamente la Tradición.

La secularización de Occidente con el olvido del pasado cristiano nos dirige a un mundo tenebroso, donde el relativismo y modernismo conculcan el derecho natural para hacernos aceptar de grado las mayores aberraciones políticas y sociales. Lo peor de todo, las altas jerarquías eclesiales desde el Papa hasta los obispos y cardenales (salvo poquísimas excepciones) de todo esto no dicen ni mu, solo hablan de ecología y cambio climático. Ya nadie puede negar que Bergoglio, en vez de pastor de una confundida y despavorida grey, se haya convertido en el más fiel seguidor y apóstol de la agenda 2030.

sábado, 13 de enero de 2024

HISTORICIDAD Y VALORES DE LA RUTA VADINIENSE UNO DE LOS CAMINOS A SANTIAGO MÁS ESPECTACULARES DE EUROPA



Sábado, 13 de enero 2024, 09:33 

La ruta Vadiniense a su paso por la Entrecisa, en Villayandre. Siro Sanz


La realidad material de la ruta Vadiniense - camino de Santiago-, discurre por un trazado dos veces milenario. Remonta su origen a la entrada de la comarca en la Historia, cuando el emperador Augusto decidió en 26 a. C someter a los cántabros.

El nombre: ruta Vadiniense, queda plenamente justificado por recorrer de Norte a Sur el territorio ocupado por la tribu de los vadinienses, una de las ocho que formaban la nación de los cántabros; tribu que entonces ocupaba el área de la actual montaña oriental leonesa.

Más de ochenta lápidas funerarias pertenecientes a este pueblo, halladas a lo largo de esta calzada, en ambos lados de la cordillera, prueban la potencia y singularidad de la famosa tribu que ya en el s. I escribía y leía el latín, sin embargo, aún ostentaba con orgullo los antiguos nombres gentílicos. Por este camino subió al alto Esla: la cultura greco- romana; el cristianismo; humanismo renacentista y todas las invasiones que la península ha sufrido. Esa historia, ha quedado plasmada en lugares de un alto valor cultural y medioambiental. El año 26 a. C, el emperador Augusto, ataca Cantabria por tres vías: la del Pisuerga; el Carrión y Cea-Esla. Ésta del Esla separaba a los cántabros de los astures (Astura-Esla). En Cistierna, junto a Peñacorada mojón Suroeste de la Cantabria histórica, entraba abruptamente a la garganta que conduce a Valdeburón y Tierra de la Reina. Se conservan algunos tramos que destacan por la dificultad de la roca y la magnitud de la obra viaria en los tramos del Pajar del Diablo (Villayandre); Escobio de Remanganes (Crémenes); San Roque (Las Salas). Desde Cistierna, en su avance hacia el Norte, pasa la calzada al pie de potentes castros cántabros: Cildad (Vegamediana, en Sabero); San Pedro (frente a Vegamediana); castro de Verdiago; castro de Argovejo.

En 874 recién despejada la zona de la ocupación musulmana se documenta el camino en Crémenes. En 958 figura en Aleje un ramal de esta calzada como: «carraria antiqua». En el año 973, se la denomina «Vía Saliámica» en su tramo superior del Pontón. Salia, es el nombre prerromano para corriente de agua, por lo tanto es la vía del río; Saliámica la nombraron los que aun entonces, no hablaban latín. La ruta Vadiniense, transcurre por algunos de los paisajes más espectaculares de la montaña oriental leonesa, comarca montañosa donde en los siglos VIII al X, nace el embrión de la nación española y portuguesa y por ende, todas aquellas que de nosotros proceden en América, renuevo del fecundo tronco de cántabros y astures.

Ruinas de la iglesia de S. Martín de Alión en las Salas, inmediata a la ruta Vadiniense. Uno de los centros sagrados más venerables de la montaña por su antigüedad, se documenta en 874. 
Ruinas de la iglesia de S. Martín de Alión, inmediata a la ruta Vadiniense. Uno de los centros sagrados más venerables de la montaña por su antigüedad, se documenta en 874. Destaca la buena conservación y mantenimiento de los restos por las buenas gentes de Las Salas- Crémenes. Foto: Siro Sanz