Aunque no frecuento mucho los foros
municipales no soy ajeno al latido y preocupaciones de mi pueblo al que siempre he tratado de conocer, entender y ensalzar
en la medida de mis posibilidades, por otra parte tan limitadas y pobres. Ese latido, se palpa sobre todo en el sentir
de los jóvenes y sus aficiones. Muchos de nuestros muchachos-as, no tantos como
desearíamos padres y mayores, frecuentan
las magníficas instalaciones del polideportivo, muy mejoradas actualmente en
cuanto: vestuario, camping, campo de futbol, frontón, piscinas y anejos dedicados a cafetería. Es bien sabido
que el deporte refuerza los vvlores de solidaridad, responsabilidad,
disciplina, compañerismo, además de incrementar los vínculos humanos que
facilitan la convivencia entre adolescentes y jóvenes, que de otra manera pueden
dirigir sus desbordadas energías al maltrato del mobiliario urbano, al
enfoscado de cualquier pared pública o privada con pintadas tan irreverentes
como antiestéticas, al consumo de alcohol y drogas muy nocivas en una etapa de
la vida en la cual el desarrollo de cuerpo y mente debe ser armónico y ajeno a sustancias dañinas. El polideportivo,
mantenido con tanto esfuerzo desde hace más de 30 años, en ocasiones también
es victima de tropelías por parte de unos pocos
desmandados que desconocen el valor de las cosas y el esfuerzo de los
distintos Consistorios de la villa por dotar y mantener una instalación tan necesaria para el desarrollo
físico y espiritual de la juventud.
Los políticos, siguiendo el turno
riguroso que les envía a la oposición, suelen criticar cualquier tipo de mejora
que se hace en el polideportivo y lo hacen con pobres argumentos; impulsados
por el deseo de descalificar todo lo que no tiene que ver con el partido al que
pertenecen. Deberíamos valorar mucho más
todo lo que el pueblo ha conseguido a lo largo de más de 170 años, fruto del
trabajo de los consistorios de todos los colores que en la villa han sido
desde 1836.
Las nuevas generaciones ignoran que el agua
corriente aún no había llegado a todas las casas de Cistierna en los años
cuarenta y cincuenta del siglo pasado; que el alumbrado público era escaso y
deficiente; que el saneamiento de las aguas fecales y de uso doméstico era tan
defectuoso que el tifus afectaba de forma endémica a la población de Cistierna;
que las comunicaciones locales eran malas y pueblos como Ocejo, Quintana, Fuentes y Yugueros, se comunicaban por caminos
sólo aptos para las caballerías; que la atención médica era deficiente y cara
para la gente sin recursos. El deporte practicado en aquellos años también
reflejaba la estrechura de los tiempos que corrían; pero a pesar de las
dificultades, la juventud cisterniega lo ejercitaba con una intensidad,
pasión, sacrificio y generosidad hoy desconocidos.
El deporte se hacía con poquísimos medios y el
fútbol era el gran protagonista. En un repaso de aquellos heroicos años no
puede faltar el recuerdo a los pioneros del futbol en nuestra villa que
entonces como ahora se constituía en el
deporte rey.
Antes de la guerra civil, en
1931, ya existía en Cistierna uno de los equipos fundadores e impulsores del futbol local. El nombre de aquel equipo
era: “Club deportivo Esla”. Jugaban en
el mismo, entre otros: Dalmacio Callado,
apodado El Lebrel, marido de Sara
Sagüillo, Nisio y otros; de los
cuales hasta la memoria se ha perdido.
En los años cuarenta y en el
mismo equipo jugaban: Churi, Manginas, Andrés Valbuena, Guti (hermano de Luis Canal), Soto (el
ferroviario), Marquines, Muñoz cuñado de don Matías Concellón (regentó la cantina Muñóz junto al paso
a nivel), Panta (hijo del
farmacéutico donTiburcio Vallinas, abuelo de doña María Consuelo, esposa de
Manolo Rodríguez), Pedrera (viajante
de comercio), Cubillo, Tinín, Chus Callado y otros más de los que no tenemos
noticia. La vida activa del equipo al parecer perduró toda la década de los
cuarenta, cesando por completo en los cincuenta.
En una letrilla que se cantaba por aquellos
años se decía: “En el campo el lavadero/
el Cistierna eliminó al Boñar/ en la puerta
está Pedrera, defienden Panta, Muñoz, y Cubillo/ vaya paliza que les vamos
a dar”.
En los años cincuenta, al Club
deportivo Esla, le seguirían otros tres: El
Juvenil, El Rayo y un equipo del Barrio el
Colegio.
El presidente del Juvenil era Jandri, (el de la estación, también
actor de comedias en el cuadro artístico “San Guillermo”), jugaban en dicho
equipo entre otros: Julito Rodriguez
(hermano de Manolo Rodríguez), Tino
Sierra (uno de los mejores en el antiguo arte morisco de la albañilería).
El Rayo también conocido como “El Estudiantes” estaba integrado
entre otros por: Donato alias “Cocolin”
fallecido recientemente, pequeño de talla pero grande como persona y jugador, Job Ruiz,
Carlos González (propietario con su esposa doña Emma Sanz Sagüillo del Hostal Moderno,
uno de los mejores porteros de todos los tiempos en Cistierna, jugaría como portero de Cistierna contra la Cultural y el Boñar más de 30 partidos), Fidelito
Rodríguez, Vicente Montañés, Emiliano
Rodríguez (más tarde, famoso jugador de baloncesto en el Real Madrid), y Luis González (excelente persona,
profesor de matemáticas en Alemania y en el instituto Vadinia de Cistierna,
hasta su prematuro fallecimiento).
En el equipo del Barrio el Colegio
presidido por Dado (hijo de un guardia civil), jugaban: Paco Roldan, Hito, Nito (hijo de la
Verdenosa), Pepe Chato (hijo de una gran mujer, la señora Casilda), Nano (de los
mejores panaderos y panaderías de Cistierna, casado con la chica más guapa de
Santas Martas), Isidro Vega, Paco Diez Canseco alias “Pico de 0ro”, Luisito Baños, y Larrea, Carlos Rodríguez
(hermano de Manolo Rodríguez) entrenaba al equipo del Colegio.
Los tres equipos del pueblo
jugaban una liguilla local y otra con Sabero, Olleros, Sahelices.
La rivalidad en Cistierna era sobre todo entre El Rayo y El Barrio el
Colegio. Había mucha afición y las broncas eran frecuentes entre los
aguerridos seguidores de ambas formaciones. Cuando se jugaba contra otros
pueblos como: Guardo, la Velilla o Boñar, las rencillas de los distintos clanes tribales desaparecían y formaban una selección con jugadores de todos los equipos existentes en
Cistierna.
Los partidos se celebraban en su
mayoría los domingos por la tarde. A las tres y media se rezaba el rosario que era muy concurrido por los
jóvenes de ambos sexos, ¡como para no ir!, buenas se las gastaba don
Fidel Alonso párroco de Cistierna, buen
cura de almas a pesar de un exagerado talante autoritario al servicio del
nacional catolicismo imperante. El buen pater, fulminaba a los niños con una
sola mirada, apuraba a los feligreses para
acudir a todos los actos religiosos, vigilaba para que se cumpliese
rigurosamente el descanso dominical, que las mujeres estuviesen
convenientemente veladas, en actitud modesta y separadas de los hombres dentro
del templo, no admitía ni un carraspeo
en la iglesia; cuando se ponía a repartir tortas y sopapos entre el güajerio,
se quedaba sólo.
El rosario de las tres y media, ver pasar el
correo a las seis menos diez, las sesiones de cine en el Valladares, eran con
el futbol y baile los únicos pasatiempos
para la juventud de la villa. Durante el invierno, los domingos en los cuales se jugaba partido, don Fidel, gran aficionado al futbol, adelantaba el rosario a
las tres, incluso abreviaba las letanías
de Nuestra Señora para acudir en persona, así mataba dos pájaros de un tiro:
disfrutar del partido y vigilar los escarceos amorosos entre mozos y mozas, que
ya se sabe lo que pasa en semejantes aglomeraciones.
El campo del Esla, junto al río
homónimo y a las vías del tren La Robla-Bilbao, cuando llovía presentaba un
aspecto lastimoso, lleno de charcos y desniveles, las porterías abiertas a los
aires Norte y Sur, sin redes, de tal manera que el balón frecuentemente
terminaba en el río, donde presto bajaba
la chavalería al rescate con varas de salguera para ayudarse a salvar de las
aguas la pelota, que no estaban los tiempos para pérdidas y gastos. El
perímetro y líneas del campo eran pintados previamente con cal por Job Ruiz.
El balón, antes de cada partido
era enviado a un zapatero remendón para ser hinchado y cosido, ya que el
latiguillo iba en el interior. Las duchas en toda estación, para el que lo
desease, se disfrutaban en el río Esla.
Camisetas, pantalones y botas (el que las tenía) corrían por cuenta de cada
jugador. De esta guisa, mal vestidos y peor calzados, se trasladaban a otros pueblos para jugar la
liguilla. El viaje se hacía en la caja del camión de Carlos Cayo, previo pago de tres
pesetas por cabeza. En los años 1945-1946, La Cultural y Deportiva Leonesa jugó
en varias ocasiones contra una selección formada por jugadores de Cistierna y
Boñar. De nuestra villa fueron seleccionados para jugar en Boñar contra la
Cultu: Andrés Valbuena, Guti, José Luis Manguinas y de portero Carlos González.
Seguramente nuestros actuales jugadores del Club Deportivo Esla,
también encaran serías dificultades en el desarrollo de su actividad, que
intuimos serán en su mayor parte económicas. Que no se arredren ni acobarden,
ellos son los sucesores de los primeros pioneros, sacrificados y llenos de afición, aquellos
esforzados jugadores ni por asomo hubiesen soñado con las instalaciones y medios que ahora disfrutamos.
Que la llama del futbol, encendida a principios del S. XX en Cistierna nunca se
apague.
ÁNIMO Y VIVA EL CLUB DEPORTIVO
ESLA.
En el Campo del Esla, el Boñar visita Cistierna en partido amistoso año 1945. De pie por la izquierda: 1-no identificado; 2- Portero, Carlos González años más tarde portero del Cistierna; 3- Nano, carnicero de Boñar; 4- No identificado; 5-Paco Garay, 6- No identificado. Abajo por la izquierda: 1- Navajón (trabajaba en Talcos); 2- Ordas, tío de Doña Victoria Ordás, vecina de Cistierna y viuda de Fidel Rodríguez, R.I.P; 3- Felix Garay; 4-No identificado; tumbado aparece un tal Pilis.
Año 1953 la selección de Cistierna muestra el trofeo conseguido en el partido jugado contra la selección de la Villa del Negrillón. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, jugadores: 1-Vicente Montañés; 2- no identificado; 3-Carlos González portero; 4- con boina camisa y chaqueta Nisio el entrenador: veterano jugador de la época de Dalmacio Callado; 5- Chus Callado; 6-Job Ruiz. Primera fila de rodillas: 1- Donato, alias Cocolín; 2-Emiliano Rodríguez; 3-Andrés Valbuena; 4- Santiago Villacorta; 5- Alicio el de la Práxedes. Entre el público, la animosa mocedad de Cistierna, siempre con su equipo .
EL CISTIERNA. De arriba abajo, izquierda derecha: 1. Vicente Montañés, 2. Carlos González, 3.Andrés Valbuena, 4.Paco Reyero, 5.Gelito, 6. Santiago Villacorta, 7. Donato (Cocolin), 8. Emiliano Rodríguez, 9. Job Ruiz, 10. Chus Callado, 11. Alicio (Foto: Familia Siro Sanz)
EL RAYO: De arriba abajo-izda derecha;1. Carlos González, 2, Manolo Colmenares, 3. Guti, 4.Luis González, 5. Manolo Cadenas, 6. Vicente Montañés, 7. Emiliano Rodríguez, 8. Carlos Rodríguez, 9 Andrés Valbuena, 10. Job Ruíz, 11. Donato (Cocolin). (Foto: Familia Siro Sanz)
EL CISTIERNA: De arriba abajo-izda derecha; 1, Cocheles Corral, 2. Carlos González, 3. Nano, 4.Vicente Montañés, 5. Manolo Colmenares, 6. Fidelito Rodríguez, 7.Donato (Cocolin), 8. Job Ruiz, 9 Carlos Rodríguez, 10. Andrés Valbuena, 11. Luisito Baños. (Foto: Familia Siro Sanz)
Tarde de Domingo de 1952. Pasa el correo de la cinco mientras se celebra un partido en el campo del Esla. (Foto: Gentileza Luisa Polvorinos)