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lunes, 29 de agosto de 2022

La Montaña Oriental leonesa en el origen del Camino de Santiago y de la nación de los españoles (LEONOTICIAS)

 


Existen también en la montaña oriental leonesa, una serie de valores históricos insospechados que bien investigados, por su dimensión universal, pueden otorgar a nuestra comarca un marchamo diferencial sobre el resto de regiones de España

Siro Sanz García
SIRO SANZ GARCÍA Cistierna

Últimamente los esfuerzos realizados por los ayuntamientos de: Riaño; Acebedo; Burón; Prioro; Boca de Huérgano; Valderrueda; Prado; Crémenes; La Ercina y Sabero en la promoción de un turismo argumentado en el patrimonio histórico legado por nuestros antepasados van dando sus frutos. Destaca entre estos ayuntamientos la oferta cultural de Sabero, toda ella en un enclave natural de gran belleza. El pueblo de Sabero; Sahelices; Olleros y Sotillos, superado ya su pasado minero, alberga parte de ese patrimonio y presentan un conjunto urbano homogéneo, bien comunicado, pulido y limpio en sus edificios religiosos, calles y plazas. Sabero con gran acierto y el esfuerzo de los mejores de sus hijos que así demuestran el gran amor y respeto que sienten por su tierra, ha sabido armar una serie de rutas turísticas, casi todas ellas, basadas en la minería; rutas que se complementan con actividades deportivas y de naturaleza muy interesantes. Existen también en la montaña oriental leonesa, una serie de valores históricos insospechados que bien investigados, por su dimensión universal, pueden otorgar a nuestra comarca un marchamo diferencial sobre el resto de regiones de España.

En el siglo VIII, en Liébana, tierra unida desde siempre a los destinos de León, uno de los valles más hermosos y recónditos de la Cordillera Cantábrica, protegido por los soberbios farallones calizos de los Picos de Europa, Beato (730?-798?), monje de un humilde monasterio, S. Martín de Turieno, escribe un tratado sobre el Apocalipsis. Creará un manuscrito miniado hermoseado con la más espectacular y colorista iconografía del Occidente, pergeñada y presente también en el Oriente. El Apocalipsis de Beato, una recolección encadenada de textos y exegetas bíblicos, tendrá un éxito enorme, será copiado y difundido por toda la Europa cristiana dando lugar a un fenómeno cultural de gran relevancia, confortará al pueblo con esperanza, en unos tiempos en los cuales el mal, al igual que hoy, se disfrazaba con: mentiras, invasiones, plagas, hambre y guerras. En los inicios del reino astur-leonés, el Apocalipsis, libro de inspiración divina, bestseller Altomedieval, profetiza el triunfo del pueblo cristiano, la victoria sobre el mal, sobre el anticristo y Babilonia identificada con los musulmanes. Beato de Liébana hablará también con claridad del apóstol Santiago el Mayor y de los lugares donde predicó en el himno: «O Dei verbum» dedicado al rey Mauregato, compuesto quizás para la dedicación de alguna de las pequeñas iglesias de los Picos de Europa, de éste himno deriva el origen del gran fenómeno espiritual y cultural europeo: el Camino de Santiago. Todo ello confluirá en el hallazgo de la tumba de Santiago en Libredón por el monje Paio de Solovio en 813. Tumba prestada por la familia galaico-romana de Atia Modesta para descanso del Hijo del Trueno. Un mausoleo que tiene una secuencia arqueológica categórica durante dos mil años: romana; tardo romana; sueva; visigoda; basílica de Alfonso II (820); Alfonso III (872); catedral románica (1075) y así hasta el siglo XX, cuando se descubrieron los testimonios epigráficos en griego y hebreo dedicados a los discípulos de Santiago: Teodoro y Atanasio, enterrados junto a su maestro. En el siglo IX otro monje de S. Martín: Sisnando de Liébana (¿840?-920/21), bajo la égida del glorioso Alfonso III el Magno, emprende la colonización del Alto Valle del Esla, recién tomado a los musulmanes. Sisnando de Liébana, marca espiritualmente la pertenencia secular de la montaña oriental leonesa, en especial de Aleje y Villayandre a la Sede Compostelana de la cual será el IV obispo. Sisnando es un personaje imprescindible a la hora de explicar la historia Alto-Medieval de nuestra montaña. Quién sabe las relaciones, ahora desconocidas, que hubo entre las gentes de Crémenes, Aleje y Villayandre, con los clérigos y arzobispos de Santiago. Recordamos de nuevo que la génesis del camino espiritual más importante del occidente cristiano: el Camino de Santiago, se produce en el triángulo comprendido entre Peñacorada, Covadonga y el Monasterio de de San Martín de Turieno, ahora Santo Toribio de Liébana. El mismo territorio donde el cántabro Pelayo, sobre la plantilla de las calzadas romanas construidas para el asedio al Monte Vindio, inicia la rebelión contra el Islam; según dice la crónica: «ad salvationem ecclesiam», por la salvación de la Iglesia ( Crónica Alfonsina-Versión Rotense) y para devolver la libertad al pueblo cristiano: «tunc reddita est libertas populo Christiano» (Crónica Albeldense). Una rebelión en la cual nuestra comarca, retaguardia de Cangas primera capital cristiana, tuvo especial protagonismo. Rebelión que se prolonga en el glorioso reino de León y trae el origen de la nación española, la portuguesa y las otras que de ellas vinieron más tarde. Nuestra historia local posee por lo tanto una dimensión universal que debe ser reconocida y valorada por las autoridades políticas (sobre todo las locales) y académicas. En los albores del tercer milenio, en una sociedad de consumo opuesta a la de Beato y Sisnando, de apostasía general, no dejamos de sentir el desamparo, inseguridad y desolación que sentían los contemporáneos del comienzo del segundo milenio. En el mundo moderno y España en particular, con una oscuridad tejida por las mentiras, estamos quizás más expuestos y desamparado que aquellos antepasados nuestros. Santiago de Galicia, tan querido y unido al devenir histórico de la montaña oriental leonesa y de la monarquía hispánica, sigue siendo luz y punto de encuentro espiritual de una Europa que ha dado la espalda a sus orígenes cristianos. 


 

Santiago matamoros de Villafrea de la Reina. La génesis del camino espiritual más importante del occidente cristiano: el Camino de Santiago, se produce en el triángulo comprendido entre Peñacorada, Covadonga y el Monasterio de de San Martín de Turieno, ahora Santo Toribio de Liébana. El mismo territorio donde el cántabro Pelayo, sobre la plantilla de las calzadas romanas construidas para el asedio al Monte Vindio, inicia la rebelión contra el Islam / Siro Sanz

ACEBEDO HONRA CON LA INSIGNIA DE HONOR MUNICIPAL A LA REVISTA COMARCAL MONTAÑA DE RIAÑO (LEONOTICIAS)

 


La Revista Montaña de Riaño nacía hace 22 años en un momento de trasformación trágica de nuestra tierra, derivado de los procesos de emigración y del malhadado pantano de Remolina

Siro Sanz García
SIRO SANZ GARCÍA Cistierna

El 26 de agosto mientras el efímero fasto de la vuelta ciclista recorría de norte a sur las montañas de Vadinia, en Acebedo, pequeño ayuntamiento de Valdeburón, tras unánime decisión de toda la corporación con su Alcalde D. Isidoro Diez Valdeón a la cabeza, se concedía a la Revista Montaña de Riaño la insignia honorífica municipal.

Reconocía así la antigua y noble villa de Acebedo, la altruista labor realizada por la Revista Comarcal durante 22 años en el ámbito de la cultura y etnografía de la tierra de Riaño. Un acto decidido hace dos años pero que la pandemia coronavírica no permitió celebrar en su momento. Asistían al acto 6 miembros de los 15 que sacan adelante dicha publicación.

Sorprendía al Sr. Alcalde que ante lo banal de los tiempos que vivimos, ninguna institución hubiese reconocido antes la generosa y encomiable labor de los editores y colaboradores de la acreditada publicación en orden a la conservación de nuestro denso patrimonio cultural.

Era la primera vez que Acebedo hacía este homenaje a personas no nacidas en el Ayuntamiento. Según lo expresado por el Sr. Alcalde: «toda persona que dedica un tiempo de su vida y comparte sus dones y aptitudes con las gentes de su tierra merece ser honrada por su paisanos». Destacaba sobre todos la figura de D. Miguel Valladares, editor, fundador, pionero de la revista: «una de las personas que atesora el conocimiento más amplio, global y completo del territorio de Acebedo». Fruto de ese conocimiento que solo llega después de arduo trabajo, gratis et amore, son las memorias detalladas del Castro de la Corona de Acebedo y del fenómeno dolménico de Valdeburón. Temas todos ellos en los cuales la Universidad de León ni está ni se la espera.

La Revista Montaña de Riaño nacía hace 22 años en un momento de trasformación trágica de nuestra tierra, derivado de los procesos de emigración y del malhadado pantano de Remolina. Ante ese trágico final de nuestra historia, tradición y costumbres, los valientes editores de la publicación, arrostrando dificultades enormes y sin ayuda institucional, han conseguido consolidar una revista que actualmente se erige como archivo y reservorio de la cultura y tradiciones de nuestros antepasados, registro catastral de hechos y acontecimientos fijados en el papel para las generaciones futuras.

No satisfechos con aquél presente y realidad de finales de los noventa, principio del tercer milenio, decidieron transformarlo y crear algo para el futuro, esa creación ha sido la REVISTA MONTAÑA DE RIAÑO. Una revista abierta a todos los valles de la comarca, nada dogmática ni sectaria, con vocación de recordar y reintegrar muchas de nuestras tradiciones, olvidadas o en estado de total abandono. Un fenómeno editorial único en el ámbito de la Cordillera Cantábrica.

Terminó el acto de pulcro y estricto ceremonial, (deberían tomar nota de Acebedo, otros ayuntamientos montañeses en cuanto a etiqueta y ceremonia) con la generosa oferta de ayuda institucional de la máxima autoridad de Acebedo y con la tradicional Robla en el restaurante Gure Choco de Burón, muy recomendable para todas aquellas personas que se acerquen a visitar nuestros hermosos paisajes y patrimonio cultural. Acebedo no les defraudará, que nadie deje de visitar la iglesia de S. Nicolás allí se conserva uno de los retablos renacentistas más importantes de toda la montaña, de maestría y estilo semejante al del altar mayor de la Catedral de León, atribuido a Nicolás Francés.

Junto a la iglesia se pueden observar los vetustos restos de la torre de Acebedo y el aún potente foso que lo circunvala; que no se pierdan la visita a la Corona o castro de Acebedo, al crómlech de prao Escobio, ni el paseo desde la Uña hasta el menhir de Valdosín. En un futuro próximo según promesa del Sr. Alcalde se armará una preciosa ruta turística que tendrá como materia prima el remoto pasado de Acebedo.