La Cátedra de Historia del
Instituto Bíblico y Oriental de Cistierna en la Montaña Oriental Leonesa dio
comienzo el curso el 4 de noviembre con una conferencia en la cual se explicó
la antigüedad de los nombres referidos a las corrientes de agua y montes de la Cantabria Leonesa. Se resaltó en
la charla que las palabras latinas flumen
y amnis que significan río caudal
no dan nombre a ningún río en España, acaso sólo en Cataluña: Río Fluvia. En
España se utiliza para la corriente caudal la palabra “río” que viene a
significar arroyo. Muchos de los nombres
de lugar vienen derivados del río que pasa por ese lugar. De tal forma que el
estudio de muchos lugares de la cordillera es imposible realizarlo sin tener en
cuenta los nombres del agua o de los ríos y arroyos que los atraviesan y esos
nombres son en su mayoría de origen prerromano. El romano llega a la cordillera
y encuentra que a ciertos arroyos y ríos se les llama Salia- Salio, al entender
que ese nombre se refiere a corrientes de diferente caudal pone delante su
apelativo aqua y así nace uno de los
compuestos hidronímicos más abundante en la Montaña de Riaño: Aguasalio. El
hablante latino comienza así a utilizar aqua
para denominar un Salia o Selia
que no comprende pero intuye que viene a significar río o arroyo. El nombre
de Peñacorada, macizo que desde Cistierna se extiende hasta la Mata de
Monteagudo, también tiene un origen hidronímico prerromano. Se documenta
antiguamente como Corabita y Corabda,
pasando por Coralda, Cornada y Coronada
como corrupción de las dos originales y
primeras. Peñacorada es un compuesto hidronímico prerromano formado por dos
radicales de agua: Cor-Cora y Bed. En
Sajambre existe el nombre Peña-Cora, denomina una montaña inmediata al río, a través de ella discurre la Vía Saliámica.
También en Cistierna el macizo es conocido por los naturales como Peñacora, se canta en la región la letrilla: "Peña-Cora, Peña-Cora, peña rica, gente boba". El
nombre Bita que procede del radical Bed lo
vemos en el arroyo y caserío de la Bita al pie de Peñacorada y también en la
primera parte del nombre de Vidanes donde ha evolucionado a Bid. En fin, muy difícilmente se
pueden explicar los nombres de agua y montes de la Cordillera Cantábrica solo
con el latín. Transcribimos un párrafo muy ilustrativo sobre el tema de M.
Föster: “ Las precedentes correspondencias pueden bastar para mostrar cuán
fuertemente los nombres de los ríos han tomado parte en la producción de los
nombres de lugares. Así comprendemos las palabras de un investigador inglés de
que el estudio de los nombres de lugar es imposible sin el estudio simultáneo
de los nombres de los ríos. Si además se reflexiona sobre el fuerte porcentaje
de nombres de persona que se remontan a nombres de lugar, se ha de calificar
muy alto la importancia de los nombres de lugar para toda la ciencia de los
nombres propios” M. Föster, Der Fluss Themse a. seine Sippe, p- 42.
Vista de Peñacorada y en su base Oeste: La Villa de Cistierna. Peñacorada es un compuesto hidronímico prerromano formado por dos
radicales de agua: Cor-Cora y Bed. (Foto: Siro Sanz)
Al fondo bajo el plomizo cielo: La Peña las Pintas. Otro nombre de claro origen hidronímico. Pi-in-t-as. Radicales presentes en Pineda, Pino del Río, Balde Pino,...) (Foto: Siro Sanz)
El grandioso Valle de Sajambre. En el centro la cabeza del Concejo: Oseja de Sajambre. Oseja: Aqua-Selia (Foto: P. Eutimio Martino Redondo)
Precioso idioma que se hace con el agua.
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