El
pulso de los pueblos se mide casi siempre por las cifras económicas, sin
embargo, existen otros argumentos que califican la calidad de la vida y el
latido interno de nuestras villas y aldeas. El nivel cultural, la promoción de la cultura
y el conocimiento de la historia local son elementos que casi nadie tiene en cuenta pero que están íntimamente
unidos a ese desarrollo económico que todo el mundo pretende. Un pueblo culto y
bien formado no se deja manipular por las trapacerías de los políticos y mira en el espejo de su propia tradición e historia para
buscar las soluciones del futuro, siempre incierto y lleno de asechanzas, sobre
todo en los momentos actuales. Que la cultura libera a los
pueblos lo saben muy bien los políticos. Por eso antes y ahora, algunos sátrapas impiden que sea un bien público al alcance de
todos. Entre los hechos culturales importantes de Cistierna en años pasados no
podemos obviar la refundación de la banda de música en 2001. Y
digo refundación, pues en ese año se retomó una actividad intermitente que
desapareció después la guerra civil.
Desde finales del siglo XIX hasta 1919 parece que existía una banda de música
que tocaba en actos del Ayuntamiento, fiestas patronales y ferias. Su relación
con el consistorio era contractual y se ajustaba económicamente para todos los
eventos que se celebraban en el municipio. Será en 1919 cuando desde el
Ayuntamiento se organiza e impulsa una banda municipal, en la que
previsiblemente, de forma oficial entraría aquella primera banda de músicos
particulares-populares.
El
16 de agosto de 1919, se da cuenta en el Ayuntamiento de una instancia
presentada por Don Ciriaco Diez, en la cual se interesa y ruega a la corporación
por una subvención para la adquisición
de instrumentos musicales de viento con la intención de formar una banda. La corporación acordó que si en
el presupuesto hubiere una partida
sobrante que se destinase a la compra de algunos instrumentos, principalmente
de viento, entendiéndose que dichos instrumentos serían siempre propiedad del
Ayuntamiento y se entregarían puntualmente a los músicos para sus estudios,
ensayos y conciertos. Los músicos quedaban obligados a la conservación de los
instrumentos musicales y a la devolución de los mismos cuando la corporación se
los reclamase. Una vez organizada la banda, sus componentes se comprometían a
tocar gratuitamente en las fiestas del Ayuntamiento, esto es, en Cistierna y
todas sus concejos menores, además de en todos los actos públicos que se les
requiriese u ordenase. La corporación terminaba por acordar en días posteriores
las gratificaciones que los músicos debían percibir cuando lo entendiesen
oportuno. El presupuesto si alcanzó para
la formación de la banda municipal, pues el 6 de marzo de 1920 se pagaba a los
músicos 30 pesetas por su actuación en el baile que se celebró en la tarde de
la feria de Santa Catalina del año 1919. La de Cistierna no era la única banda del
municipio de Cistierna, en Sabero, (recordemos algo que los de este pueblo no quieren recordar, su pertenencia al Ayuntamiento de
Cistierna hasta el 1 de enero de 1927 cuando obtiene la segregación con otros 5
pueblos), en aquellos años existía otra banda de música. La de Sabero actúa en Cistierna con motivo de la feria de Santa
Catalina el año 1920 y se les paga por el servicio 75 pesetas. En la
inauguración del nuevo edificio del ayuntamiento en junio de 1929 tocó la banda
municipal y por la noche en un alarde de júbilo incontenible (es sabido que los
políticos con el dinero concejil tienen ese tipo de júbilos) se regaló a los
Cisterniegos con fuegos artificiales. Durante la república se requiere a la
banda municipal para tocar en algun discurso público y otros actos de marcado carácter
político. Según testimonio de esa memoria viva de Cistierna que es: Doña Adela Rodríguez, cierto día de agosto durante el periodo republicano, Dolores Ibarruri la Pasionaria, pronunció un discurso en la plaza del ayuntamiento desde el balcón de la casa perteneciente a Doña Oliva la Caya, mitin muy concurrido, al finalizar hubo música y baile a cargo de la banda municipal. Los pagos a la banda de Cistierna
aparecen el los papeles de Ayuntamiento en plena guerra civil, sobre todo,
cuando se recibía con arcos enramados a alguno
de los matarifes enmedallados que iban ó venían del frente, situado en los
puertos fronteros con Asturias, ya se sabe, la música queda muy bien para
enardecer al personal en los actos militares.
Después
de la guerra civil la desaparición de los libros correspondientes a los años
1939-1943 debido a presuntas actuaciones dolosas de algún secretario, impiden
saber si la banda municipal seguía actuando. Tampoco la tradición oral trasmite
que la actividad de la banda se prolongase mucho más allá de los años cuarenta.
Por
lo tanto, los miembros actuales de la banda de Cistierna tienen a sus espaldas una
historia que enlaza tres siglos del S XIX al XXI y, dentro de cinco años deberían
celebrar el centenario de su formación oficial por todo lo alto, todo ello en orden al
debido respeto y memoria de aquellos que les precedieron.
Datos
investigados en el Archivo del Concejo de la Villa de Cistierna.