(Artículo publicado en la Revista Comarcal de Riaño Nº 42)
Siro Sanz García
En mi primera visita al Museo de
la Siderurgia de Sabero, pregunté al Señor Director Don Roberto Fernández, por
la ausencia de la villa de Cistierna en la hermosa y espectacular maqueta sobre
la minería de la comarca que se expone en dicho museo. Se mostró extrañado y
al igual que un servidor, desconocedor de las razones de semejante olvido. El
“olvido” resulta chocante si tenemos en cuenta que todo el Valle de Sabero
desde 1836 hasta 1927 perteneció al ayuntamiento de Cistierna y de la estación
cisterniega a partir de 1894 salía toda la producción de mineral carbonífero
hacia las Provincias Vascongadas. La
minería del carbón junto al ferrocarril, fueron de vital importancia en la
trasformación radical de la pequeña
villa campesina que dormía la siesta de
los siglos en la solana del extremo Oeste del macizo de Peñacorada. El fuerte
impulso producido a finales del s. XIX y principios del XX, convirtieron a
Cistierna en el núcleo ferroviario, industrial, comercial y minero que perduró
hasta la segunda mitad del s. XX. En Cistierna la estratificación social fue
siempre menos rígida y más permeable que
la de Sabero y sería el lugar escogido para establecerse debido a sus
relativas mejores comunicaciones, por una compañía minera de origen foráneo, en
concreto francesa. Se llamaba esta sociedad “HOUILLERES D´CISTIERNA ET ARGOVEJO”; tenía su domicilio legal en la Rue des Ponts Corvines en Lille, región de
Picardia, Francia. En 1900, contaba
dicha sociedad con un capital inicial de más de
dos millones y medio de Francos y aparece inscrita en el Registro
mercantil de León el 26 de marzo de 1906. Don
Paul Verdier, natural de Chateau de Contailmaison, Picardía, administrador delegado, elegido como tal en el consejo de
la sociedad el 6 de septiembre de 1904, da poder al director gerente Don León Pinault, de nacionalidad francesa,
residente en Cistierna, para que compre
unas 10 Ha. de terreno en la margen izquierda del Esla, entre el puente del
ferrocarril de la Robla y el puente de Hierro ubicado en Redimora. Los terrenos
estaban situados en los pagos conocidos como la Caldera (actualmente Campo del
Esla, propiedad de Rabanal) y el Convento (ahora gran finca de los herederos de
D. Albano). Los terrenos adquiridos a los labradores cisterniegos, eran los
mejores prados y fincas de regadío junto al río Esla; así, poco a poco, sin
volver la vista atrás, el pueblo abandonaba su fisonomía agrícola pastoril, por
un incierto, aunque “prometedor” futuro industrial y minero. A partir de 1904,
después de un proceso de compra bastante problemático por la cantidad de
propietarios afectados, se comienza a construir en el pago de la Caldera el
edificio de “Los Lavaderos”, una
notable construcción, destruida sin ningún miramiento a finales de los años
ochenta del pasado siglo, sin que nuestras autoridades, ignorantes del valor de
semejantes restos industriales hiciesen nada en su favor. La sociedad francesa
también edificará hacia 1905, en la calle Padre Isla de Cistierna, hoy Nº 28,
una casa compuesta de: planta baja, único piso con cinco balcones y desván
abuhardillado de cinco mansardas hacía el exterior. Aún se conserva en el
interior de este interesante edificio, alguna de las extraordinarias y bellas
chimeneas en mármol rojo con intradós de cerámica vidriada, decoradas con
motivos de candelieri. En la planta
baja se instalarían las oficinas, despacho del director, caja fuerte de 6
toneladas; en el primer piso residirá el Director Gerente Don León Pinault y,
en ocasiones, el delegado Don Paul Verdier. Hasta hoy día, este edificio es
conocido en la villa como: “CASA DE LOS FRANCESES”. Al contrario de lo
ocurrido con Los Lavaderos, aquí, es de agradecer la reciente y respetuosa
restauración efectuada por los actuales propietarios, la familia
Vázquez-Escudero.
Entre 1903 y 1906 la actividad de
la empresa gala, se dirigirá además de la frenética adquisición de terrenos, a
la compra de minas y a la construcción de un
ferrocarril minero de vía métrica desde Cistierna hasta el Triaje, en
terrenos de Santaolaja de la Varga. Al mismo tiempo, desde Trapa en
Argovejo, inician la construcción de un tranvía aéreo de baldes para
transportar el mineral hasta la estación de cribado y carga del Triaje. El 28
de agosto de 1904, Don León Pinault,
Director Gerente de la Sociedad concluye una importante compra de minas con
Don Eusebio Cosío de Riaño y Don Bernardino Tejerina de Argovejo,
que vendían las minas Teja 1 y Teja 2; en total 9 minas localizadas en
Argovejo, Remolina y Ocejo, un coto minero de 402 ha, por el que la sociedad
pagó el precio de 586.000 pesetas. En diciembre del mismo año, la sociedad
compra a Don Vicente Miranda Tascón,
vecino de Orzonaga, una mina en Argovejo, llamada Guadalupe 1, de 12 pertenencias, por el precio de 12.000 pesetas y
los derechos de otra denominada Guadalupe
2, de 40 pertenencias. En Santaolaja
los franceses adquieren las minas
y tierras situadas en los pagos de Comarco
(bajo el Castro), Urquiello (junto
al río) y, Arenales (en la margen
derecha del río frente al Castillón). Las minas de Santaolaja se denominaban: Mentan, Fidelio, Pedro,
Petra 1 y Petra 2; las vendían sus propietarios Don Pedro Díez y Don Esteban Izaguirre. La construcción del
ferrocarril minero se inicia en 1904 y es encargada a los contratistas Don Andrés Pontviane y Hermanos de
nacionalidad francesa y a Don Juan López.
El ferrocarril tenía un recorrido de 6 km.; partía de los lavaderos situados en
el pago de la Caldera y discurría por los terrenos del pago del Convento.
Después de pasar por el puente denominado “PUENTE
DE LOS FRANCESES”, se unía por la izquierda en sentido ascendente dirección
Riaño, a la carretera de Sahagún a las Arriondas, transitaba junto a ella entre
el Km. 58 y 59. Al llegar a la altura del arroyo de Santa Marina (hoy entrada a
la cantera de Don Baldomero Robles), el ferrocarril cruzaba a la parte derecha de
la carretera, y por la Vega de San Pedro y Vega del Escobio se adentraba en el
Valle del Duerna ó Urquiello, que de esas dos formas se llama el río que viene
de Ocejo, hasta llegar a la estación de cribado y carga en el Triaje. Para
tamaña empresa, fue necesario perforar tres túneles en roca caliza; de ellos,
dos aún subsisten, el otro fue destruido hace unos 10 años cuando se amplió la
curva situada enfrente del complejo industrial de Vegamediana. En las peñas que
flanquean la hoz del Duerna, por su margen derecha, fue necesario levantar una
poderosa plataforma de piedra ganada a la roca para instalar las vías.
Actualmente, por esa plataforma discurre la carretera a Ocejo de la Peña.
Además del citado Puente de los Franceses en Cistierna, hubo de construirse
otro en Santaolaja, conocido como “PUENTE
DE LOS OJOS”, un poco más arriba del segundo túnel sobre el Duerna. Ambos
puentes son de piedra calar con buenos sillares ligeramente almohadillados; el
primer puente no tiene arco, el segundo presenta dos arcos de mediana luz. La
construcción del ferrocarril minero fue motivo de enconados litigios entre
numerosos vecinos de Santaolaja y los contratistas Pontviane Hermanos y López. Los perjuicios en la ocupación de
fincas e incluso la afección a un molino ubicado en el barrio de abajo de dicho
pueblo, terminaron por involucrar a la sociedad minera, que también se querelló
contra los contratistas. El tranvía
aéreo integraba dos líneas: una
principal y otra secundaria. Se comenzó
en el año 1906 y fue una formidable obra de ingeniería debido a lo
accidentado del terreno. La línea de baldes tenía que trasponer el puerto de
Trapa (Argovejo) 1.650m, un collado que comunicaba el municipio de
Crémenes con el de Cistierna. La misión del tranvía era transportar el carbón
producido en las minas de Argovejo y
Remolina hasta el Triaje en Santaolaja,
donde estaban las instalaciones de cribado y carga, para después
trasladarlo en el tren minero a los lavaderos de Cistierna. En Trapa llegó a
levantarse un auténtico poblado minero con viviendas y una taberna regentada
por Don Vicente Tejerina Álvarez natural de Argovejo. En la instalación del
tranvía trabajó un montador de nacionalidad francesa, junto al ingeniero
español Don Ángel Chueca Sáinz,
representante de la sociedad anónima domiciliada en Bilbao “Sociedad Española de Construcciones
Metálicas”. El tranvía se armaba con cables metálicos que descansaban sobre
caballetes de madera asegurados en pozos
con cimentación a base de un hormigón de cal y canto. Entre el caballete 25 y
26 se construyó la “Estación de Ángulo”
para las labores de cambio de dirección. En lo alto del puerto se construyó la
“Estación de Trapa” necesaria para
el cambio entre la línea principal y secundaria. En Trapa, los baldes
trasponían el puerto por una trinchera practicada en la roca, de 34 m. de larga
por 6 de ancha y 7 de altura. Misteriosamente este gran corte en roca no viene
documentado en las labores de construcción del tranvía aéreo. Hacia el día 4 de
noviembre de 1906 estaban instalados 48 caballetes; los cables, cojinetes,
poleas, carriles, aparecían dispuestos por el suelo esperando a ser instalados.
Esta sociedad minera de capital y dirección francesa, explotó el venero
estudiado por el ingeniero Casiano de
Prado en el S XIX, una capa de carbón que, desde Aleje, tomaba la dirección
N.E, atravesando la collada de Tejedo hacía La Trapa en Argovejo, y después,
por Peña Verde pasaba al término de Remolina, donde las capas tomaban la
dirección S. hasta llegar cerca del pueblo de Ocejo de la Peña. El esfuerzo de
la empresa francesa, no llegó más allá de 1914 cuando abandona el
proyecto. El estallido de la Gran Guerra en julio de 1914 parece que algo tuvo
que ver con este hecho, pues a partir de esa fecha no hay presencia de
franceses en Cistierna. Recordemos que Lille y su región, de donde eran
oriundos los franceses que vivían en Cistierna, fue prácticamente arrasada al
estar dentro del frente Franco-Alemán hasta 1918. Las infraestructuras mineras de la sociedad
“Houilleres de Cistierna et Argovejo” fueron inmediatamente aprovechadas por
propietarios minoristas del carbón locales como: Don Tiburcio Vallinas farmacéutico de Cistierna, Don Esteban Corral y Don Gabriel Rodríguez el carrero. A partir de los años
cuarenta hasta los setenta se hizo con las minas, terrenos y lavadero de
Cistierna, la sociedad minera “CARBONES
DEL ESLA”, propiedad del empresario catalán Don Joaquín Molíns. Durante todos esos años hasta los setenta en que terminó la actividad, el gerente de la empresa Carbones del Esla, fue Don Emilio Brum Boix, esposo de Doña Filo, profesora en el patronato de Cistierna, muy recordada en la villa por su humanidad y excelente pedagogía en la enseñanza de las matemáticas. Desaparecido el ferrocarril minero, la empresa
de Don Joaquín Molíns bajaba el carbón hasta Cistierna en camiones, utilizando el
mismo recorrido que antes hacía el tren hullero.
Lo que fuimos, ¡qué bajo hemos
caído!.
AGRADECIMIENTOS a Don Ramón Gutiérrez que me guió en la búsqueda de
la documentación y al personal del
Archivo Histórico Provincial de León siempre diligente y atento con el investigador
a diferencia de la mala acogida en algún otro archivo capitalino.
Casa de los Franceses en Cistierna. (Foto Siro Sanz)
El Campo el Esla y los lavaderos de la Sociedad Houilleres d´Cistierna et Argovejo, (Foto Blanco, gentileza de Mari Luz Alonso)
Puente de los Ojos en Santaolaja de la Varga -Cistierna. (Foto Siro Sanz)
Puente de los Franceses en Redimora -Cistierna. (Foto Siro Sanz)
Trinchera para el paso de la línea de baldes en el puerto de Trapa (Argovejo). (Foto Siro Sanz)
El Puente de Hierro se encuentra inmediato al Puente de los Franceses. Por aquí pasaba el ferrocarril hullero de Hulleras de Sabero. (Foto Siro Sanz)
Instalaciones de la empresa "Carbones del Esla". Un edificio de ladrillo visto que tiene su valor arqueológico industrial. Aquí se guardaban los camiones de la empresa. (Foto: Siro Sanz)
Cochera de la empresa "Carbones del Esla". (Foto: Siro Sanz)
El primer edificio era propiedad del ferrocarril. El segundo es la cochera de Carbones del Esla. El último edificio desapareció a manos de la piqueta pública el año pasado de 2012, aquí radicaba la oficina de la empresa donde actuó como gerente hasta los años setenta don Emilio Brum Boix. (Foto: Siro Sanz)
Nóminas manuscritas pertenecientes al Grupo Trapa de Hulleras del Esla, casi todos los mineros que figuran en ellas procedían de Argovejo. (Foto: Siro Sanz)
Nóminas del Grupo Trapa, Hulleras del Esla. (Foto: Siro Sanz)
Sueldos percibidos por los mineros de Trapa en 1947. (Foto: Siro Sanz)
Trinchera para el paso de la línea de baldes en el puerto de Trapa (Argovejo). (Foto Siro Sanz)
El Puente de Hierro se encuentra inmediato al Puente de los Franceses. Por aquí pasaba el ferrocarril hullero de Hulleras de Sabero. (Foto Siro Sanz)
Instalaciones de la empresa "Carbones del Esla". Un edificio de ladrillo visto que tiene su valor arqueológico industrial. Aquí se guardaban los camiones de la empresa. (Foto: Siro Sanz)
Cochera de la empresa "Carbones del Esla". (Foto: Siro Sanz)
El primer edificio era propiedad del ferrocarril. El segundo es la cochera de Carbones del Esla. El último edificio desapareció a manos de la piqueta pública el año pasado de 2012, aquí radicaba la oficina de la empresa donde actuó como gerente hasta los años setenta don Emilio Brum Boix. (Foto: Siro Sanz)
Nóminas manuscritas pertenecientes al Grupo Trapa de Hulleras del Esla, casi todos los mineros que figuran en ellas procedían de Argovejo. (Foto: Siro Sanz)
Nóminas del Grupo Trapa, Hulleras del Esla. (Foto: Siro Sanz)
Sueldos percibidos por los mineros de Trapa en 1947. (Foto: Siro Sanz)
La empresa Carbones del Esla S.A. explotó desde después de la Guerra Civil hasta los años 70 del pasado siglo minas de hulla en Argovejo , Ocejo y Sta. Olaja de la Varga ,llevando el carbón a lavar al lavadero de Cistierna , donde en ocasiones se lavó el carbón de Domingo López Alonso.Como curiosidad diré , porque lo vi ,que la tracción de los vagones era animal , un toro .
ResponderEliminarEn todos estos años , el gerente de la empresa fue Emilio Brun Boix , mi padre, fallecido en 1988.
Muchas gracias por su aportación.
ResponderEliminarHola, buenos dias:
ResponderEliminarQuisiera saber si le suena una mina llamada Vigón, (de Ricardo Rodriguez Vigón) en Santa Olaja,a principios de siglo XX.
Gracias por todo este trabajo de documentación e información
Un saludo
Luisa DANIGO (mdanigo@gmail.com)
Gracias por la labor realizada dando a conocer un poquito más aquella realidad, la de los nuestros, soy nieta de uno de los hombres cuyo nombre se recoge en las listas manuscritas, Dalmacio Álvarez Rodríguez de Remolina.
ResponderEliminarGracias!
De nada Cristina. La pequeña gran historia de los nuestros güelos mineros y sus sacrificios es digna de recordar siempre, gracias a ellos estamos aquí.
EliminarEmocionada al leer el nombre de mi abuelo, Dalmacio Alvarez Rodríguez en esas líneas manuscritas.Una labor encomiable la vuestra,al recoger los ecos de una forma de vida.Un bonito homenaje a los nuestros,siempre presentes.
ResponderEliminarGracias Silvia.
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