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miércoles, 23 de octubre de 2013

RIAÑO IMPORTANTE HITO EN LA RUTA VADINIENSE. LA LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA. Siro Sanz Garcia

PANEL DE LA RUTA VADINIENSE EN RIAÑO.  

Uno de los tramos más espectaculares de la Ruta Vadiniense Camino de Santiago discurre de Norte a Sur por la Montaña de Riaño,  comarca perteneciente a la Cantabria Histórica, integrada toda ella en la cordillera y comprendida en zonas diferenciadas, tanto por sus ríos (Porma, Esla, Sella, Cares, Cea…), que forman los valles correspondientes, como por sus concejos históricos. Dos realidades, la geográfica e histórica vertebran el territorio y la vida de los montañeses hasta los tiempos actuales. Riaño y su entorno entran en la historia en el año 29 a C. cuando el emperador Augusto inicia la guerra montañera contra las irreductibles tribus cántabras. La única batalla campal se lucho en Bergida (Valverga-Valdeburón), a las espaldas de Riaño, para luego llegar al punto de ser exterminados en el Monte Vindio, (macizo occidental o de Peña Santa en Picos de Europa). La tribu vadiniense, resto de ese poderoso pueblo, abandonará los altos castros y coronas, para habitar por  mandato romano el fondo de los valles a un lado y otro de la cordillera. Este pueblo nos dejará el importante testimonio epigráfico de sus monumentos funerarios que singularizan nuestra montaña con los nombres prerromanos de los clanes y guerreros. Un pueblo romanizado que escribe y lee (la lengua latina),  sin embargo, aún en el siglo IV fiel a sus raíces indígenas. Riaño es junto con Crémenes y el Macizo de Peñacorada,  uno de los núcleos donde más abundantes han sido los hallazgos pertenecientes a los vadinienses. Contemporánea de la conquista romana es la calzada del Esla, testimoniada en el año 973, como vía Saliámica o del río. Desde Lancia progresaba hacia el norte por el valle del Esla, entrando  por Cistierna a la Garganta del Esla. Aquí en Riaño, el camino se bifurcaba hacia Liébana por tierra de la Reina (Remoña y San Glorio) y hacia Asturias por Sajambre (calzada del Dobra, hoy con el nombre de quien la reparó en el siglo XVII) y por Valdeburón (Pontón,Ventaniella y Tarna). Vía de conquista y civilizadora, por ella penetró en la montaña la cultura grecolatina hija del Oriente, cultivada en las preceptorías montañesas hasta el siglo XX. Por el mismo camino, nos llegaron también las divinas palabras del Galileo, que expulsarían  los viejos dioses habitantes de  los bosques, las aguas y  las altas cimas de las montañas. Peregrino que caminas a Santiago de Galicia, las montañas que ahora contemplas fueron refugio de la cristiandad oprimida durante  los siglos VIII al X, solar donde con el tiempo se forjo el inicio y origen de la Nación Española. Más tarde, nuestra tierra enfrentada a Castilla, defenderá fielmente generación tras generación su pertenencia a la diócesis y Reino de León. En la Edad Moderna la lucha siguió en estas montañas contra los señores de la tierra: los Tovar, Aliste, Valverde y Prado. Con diferente suerte nuestros antepasados y sus representantes concejiles  preservaron hasta hoy el legado ancestral de las tierras comunales. Mientras las aguas de los ríos sigan corriendo, nuestros antiguos concejos continuarán defendiéndose de las asechanzas actuales contra su patrimonio y tradiciones. ¡Ojalá sigamos bebiendo el vino en la plateada copa concejil y el pendón continúe ondeando en las grandes romerías¡
El viejo Riaño, centro neurálgico de la comarca y otros 7 pueblosperecieron después de una dolorosa agonía en el año 1987. Aniquilados fieramente por la mano del hombre y por espurios intereses materiales, arrasados y sepultados bajo las oscuras aguas de la Presa de Remolina. El nuevo Riaño se alza como recuerdo de la barbarie contemporánea en el “Alto de Valcayo”. Los mejores de entre sus hijos siguen luchando contra las aguas por un futuro mejor, casi siempre incierto y esquivo.  Aquí, se han reconstruido piedra a piedra, las venerables Iglesias de San Martín de Pedrosa del Rey, y San Pedro de la Puerta, testigos de la locura destructora que no respeto ni a los muertos ni a la misma parroquial de la villa, la iglesia de Santa Águeda.  Riaño respeta y mira a su pasado como única, fecunda, y gloriosa fuente donde obtiene la fuerza para seguir luchando por un futuro mejor. El museo etnográfico de la villa es un buen exponente del trabajo desinteresado y amor de señalados hijos de este pueblo por un pasado que sigue vivo y actuante, un museo que se ha constituido como auténtico reservorio de la identidad montañesa. El viajero que lo visite no dejará de conmoverse pues está delante del retrato y la vida de nuestros antepasados montañeses.
Peregrino, ¡que la vista de los silenciosos bosques te reconforten en el arduo camino y cuando pises las antiguas piedras de la Vía Saliámica, recuerda que estás atravesando las montañas donde un día habitaron los dioses de Vadinia¡

Riaño¨: ¡Ultreia Suseia¡- ¡sigue adelante¡
Peregrino: ¡buen camino¡
 Panel informativo de la Ruta Vadiniense ubicado junto a la oficina de turismo de Riaño

 Iglesia de San Pedro. Fue trasladada desde La Puerta al nuevo Riaño. (Foto: Siro Sanz)

 Dragones enfrentados en las pinturas murales de la bóveda de la Iglesia de San Pedro de La Puerta. Heráldica de la casa de Alba y Liste señores de Riaño. (Foto: Siro Sanz)

La tumba del viejo Riaño. Al fondo el Valle de Anciles y Tendeña. (Foto Siro Sanz)

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. La Virgen del Rosario es el titular actual. Yo me remontaba al titular más antiguo que es San Pedro, al menos así consta en el S. XV, XVI, XVII. Los titulares de las iglesias a veces cambian. Muchas gracias por su aportación.

    Siro

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