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Siguiendo la estela de la
anterior conferencia, dedicada a San Pedro de Orzales en tierra de Sajambre, en
la presente se trató de las iglesias
dedicadas a San Martín en el lugar de Alión (Las Salas) y en Pereda (Argovejo). Se recordó que la primera pincelada de la romanización para toda la cordillera, aquella que
casi todos olvidan dice que Augusto, según consigna
Floro, historiador de la guerra contra cántabros y astures: “Después de someterlos, desconfiando del
abrigo de los montes, en que se refugiaban, les ordenó que habitasen
establemente los campamentos romanos, que se hallaban en lo llano”). Dión
Casio comenta algo parecido: (Agripa los sacó de
los montes). El “in plano” del
texto latino ha sido interpretado generalmente con mucha ligereza atribuyendo la
fijación espacial de parte de la tribu en las llanuras de la Meseta. Pudo ser en
algunos casos, sin embargo en nuestra tierra, rara es la población actual en la
Montaña de Riaño que no tiene cerca un alto con el nombre de: Corona, Corón,
Castillón, Castiello o La Peña el Castro. Los campamentos, de asedio (la
primera pincelada de la romanización) muchos de ellos, habrá que buscarlos en
esas poblaciones, lo mismo ocurre con las lápidas Vadinienses, aparecen todas en las
poblaciones actuales, ninguna en los castros. Tanto en Pereda como en Alión,
las iglesias actuales o su ruina, es el caso de las Salas, se ubican bajo
el castro. Por otra parte la advocación de San Martín, no entra aquí con las
peregrinaciones pues ya existía en el siglo VII-VIII (Documento de Sisnando de Liebana). Martín y Marcia que da Marina, significan
“las cosas de la guerra”. Martín y Marina son la versión cristiana del dios
Marte, presente en el ejército y
en los campamentos romanos. Los indicios romanos tanto en Crémenes como en Las
Salas nos salen continuamente al paso. El primero y más aparente de esos
indicios es la Calzada del Esla construida a ras del Río Grande, algo que los
naturales conocedores de la cuenca, nunca hubiesen hecho debido a las frecuentes inundaciones estacionales; después los
monumentos funerarios Vadinienses escritos en latín en plena romanidad; también el
emplazamiento de los pueblos actuales bajo el Castro, la Corona, Corón y
Castiello, siguiendo el ya citado mandato de Augusto; incluso la antigüedad de las Iglesias y sus titulares nos remite al pasado romano. De San Martín de Pereda decía
el canónigo de Crémenes Don José González: "En territorio de Alión había en
Pereda, una pequeña ermita dedicada a la Virgen (antes a San Martín), la cual
por las trazas de su primitiva construcción debió ser un fano gentilico de los que Teodosio el Grande mando dedicar al
culto cristiano".
Martino-Siro, Instituto Biblico y Oriental Sede de Cistierna. (Foto: P. Chuspe S. I.)
Santa Maria de Pereda, en el siglo XI San Martín de Pereda, antes de su restauración, fiel ejemplo de la edilicia rural leonesa.
Santa María de Pereda después de su restauración, convertida ahora en ese híbrido entre templo gótico y casa cuzqueña de las Ñustas. (Foto: Siro)
San Martín de Alión (Las Salas). (Foto: Siro)
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