Augusto,
según consigna Floro, historiador de la guerra contra cántabros y astures: “Después de someterlos, desconfiando del
abrigo de los montes, en que se refugiaban, les ordenó que habitasen
establemente los campamentos romanos, que se hallaban en lo llano”). Dión
Casio dice lo mismo: (Agripa los sacó de
los montes). El “in plano” del
texto latino ha sido interpretado generalmente con mucha ligereza atribuyendo la
fijación espacial de la tribu en las llanuras de León. Pudo ser en algunos
casos, sin embargo en nuestra tierra, rara es la población actual en la Montaña
de Riaño que no tiene cerca un alto con el nombre de: Corona, Castillón,
Castiello o La Peña el Castro. Los campamentos, de asedio muchos de ellos,
habrá que buscarlos en esas poblaciones. Una de las necesidades más importante
para la vida en los castros serían la cercanía al agua; en muchos casos el agua
de la que viven bautiza, da nombre al castro, así Lacobriga, (Carrión de los
Condes) es la fortaleza del río. Las actividades necesarias a la vida en esos
emplazamientos de altura serían: la caza, el pastoreo, a veces la guerra y una mínima agricultura. La
existencia de pastoreo en clima tan riguroso como el nuestro, requiere del
almacenamiento de alimento para las reses, actividad por otra parte atestiguada en textos clásicos entre los celtas de Las Galias (Julio Cesar: De bello Gallico); quizás en las antiguas palabras zamazo y coloño permanece el recuerdo de esa actividad recolectora, en concreto de hoja para
el invierno. Estas gentilidades cuando descienden al campamento romano ¿qué
encuentran?: lo primero, una red de caminos; acceso al agua, en ocasiones
canalizada, traída hasta el campamento; un comienzo de la agricultura con técnicas,
aperos y cultivos nuevos. También encuentran un culto romano, que se superpone
al prerromano, más tarde cristianizado. Existe un caso paradigmático en la
Montaña, donde todos estos elementos descritos anteriormente: castro,
campamento, culto prerromano, romano, cristiano, además de caminos y agua aparecen reunidos en un conjunto que ha resistido dos milenios, hablamos de San Pedro de
Orzales en Tierra de Sajambre. Bajo la Corona de Monarga, castro que recibe el
nombre de un arroyo inmediato, aún se yerguen las venerables ruinas de San
Pedro la antigua iglesia de Ribota, orientada su cabecera hacia una imponente
cascada de más de 175 metros. El nombre de S. Pedro pudo haber sido aquí
vaciado en el nombre del dios romano Jupiter. Además de soberano de los dioses,
Júpiter es el dios de la lluvia, como de los demás fenómenos atmosféricos,
popular como tal en el mundo romano y por lo mismo así tratado constantemente
en el lenguaje (tonante, hacedor de la lluvia, inductor de la lluvia), mientras
que nominalmente pudo conectar con el de S. Pedro (Diu Petri), y no solo nominalmente, siendo S. Pedro el principal de
los apóstoles y santo acuático a más no poder. En un libro presentado el pasado verano en
Ribota sobre San Pedro de Orzales se presenta un documento Alto Medieval muy
importante para Sajambre, fechado el año
876, acerca de una villa situada en el
lugar llamado Niajio, que los autores interpretan por Niajo, una montaña en el mismo Ribota.
La identificación no suscita en
nosotros ninguna duda razonable a pesar de cierta “precisión” así llamada y
publicada en un Blog que se puede
visitar en el muro de la Revista
Comarcal. Opinamos que bajo el aspecto de un formalismo científico parece latir cierta tendencia en esa "precisión".
No solo el nombre de por sí raro
permanece; incluso el propio deslinde que se expresa en el documento también se
reconoce hoy por un topónimo en alto y su cordal que baja al río Sella y la
vía paralela a este río que cierra hacia Ribota, paralela también a Niajo.
El deslinde de
la villa se confirma también por la
otra cara, igualmente pronunciada, que es la de Vierdes-Pio. En el plano de las
consideraciones formuladas contra esta identificación preferimos no entrar por
juzgarlo innecesario. Baste solo una observación: frente a que no solía
asignarse el nombre de las montañas a una villa,
decimos que no todas las denominaciones van a responder a un patrón y en
concreto sabemos que figura documentalmente una villa llamada Palliares
(Pajares) con: pastos, brañas,
montes, fuentes (año 1184, LARRAGUETA, Documentos de la Catedral de Oviedo).
San Pedro de Orzales bajo la Corona de Monarga. (Foto: Fundación el Arcediano)
San Pedro de Orzales frente a la imponente cascada del río Agüera que a partir del salto se bautiza con el nombre de San Pedro (Foto: Fundación el Arcediano)
Caminos entre la iglesia y la cascada. (Foto: Siro Sanz)
Detalle de uno de los caminos entre la iglesia de S. Pedro y la cascada. (Foto: Siro Sanz)
Hace tiempo que no visitó los restos de Orzales y la última vez no se podía haceder hasta la cascada, hoy en dia se puede haceder cómodamente? Saludos y esperando nuevas entradas reciba un fuerte saludo
ResponderEliminarGracias por su interés. Llegar a S. Pedro de Orzales es muy fácil por el camino que sale de Ribota, (incluso se puede llegar en un todo terreno) un paseo muy hermoso por un espléndido hayedo. La Fundación el Arcediano ha limpiado los caminos que aparecen en las fotografías y también han restaurado y recibido los muros de la iglesia, deteniendo la ruina inminente que amenazaba los restos de la antigua fábrica de la ermita.
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